Editorial

Formación y preparación ante las oportunidades laborales

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Uno de los problemas más acuciantes a los que se enfrenta la provincia de Ávila es el del desempleo, una cuestión que se vio acrecentada por el golpe que ha supuesto la pandemia provocada por la covid-19, y cuyo impacto se ha ido amortiguando a lo largo de 2021.

Al cierre del pasado ejercicio, seis de cada diez municipios de la provincia de Ávila vieron como sus cifras de parados se redujeron a lo largo del pasado año, un hecho del todo punto lógico tras los pésimos registros que se dieron en 2020, dada la eclosión de la pandemia que hizo tambalear los cimientos económicos y laborales de esta provincia, y de todo el país.

De esta manera, el balance del desempleo en 2021 dejó un descenso en los veinte municipios de más población y en otros 140. Por el contrario, en 36 localidades subió el número de parados y en 52 se quedó igual. A pesar de todo, la tasa de paro de esta provincia sigue siendo elevada, y la cifra de desempleados se sitúa en 11.190, según los datos del Servicio Público de Empleo, una cifra que no debe ocultar que son muchos los jóvenes que emigran a otros lugares para estudiar y también buscar una oportunidad laboral (con lo que la mayoría no computan en estos registros) y que también hay personas que han decidido bajar los brazos tras años de búsqueda sin encontrar y que tampoco están en estos registros.

Por eso, ese descenso generalizado que se dio el año pasado no debe ocultar la realidad de un mercado laboral de la provincia de Ávila, que se basa en el sector servicios y en el agrario fundamentalmente, y que necesita atraer empresas, especializadas en el sector industrial, capaces de generar esas oportunidades que son necesarias para aglutinar a buena parte de esos desempleados. El problema es que la mayor parte de esos demandantes de empleo pertenecen al sector servicios, mientras que hay otros sectores que tienen dificultades para encontrar una mano de obra cualificada que necesitan. Ahí debe entrar en juego la formación, y la necesidad de que esos desempleados sean capaces de prepararse para afrontar otros retos laborales. Una cuestión complicada, toda vez que hay muchas personas que han dedicado muchos años de su vida a prepararse, amparándose en su vocación, y ahora no encuentran una oportunidad laboral en esos campos, y también hay gente que no está preparada para asumir esos puestos de trabajo que se ofertan.

En la provincia de Ávila, sectores como el agroalimentario o el turístico están demostrando sus fortalezas, pero hay otros que no acaban de encontrar el despegue necesario para asumir la creación de empleo, caso de la construcción o la industria, sectores que, por otra parte, también necesitan una mano de obra más cualificada.

Estamos ante un momento vital para la provincia de Ávila. El Plan Territorial de Fomento para Ávila, los beneficios fiscales para la implantación de empresas en Arévalo o la llegada de los fondos Next Generation pueden traer oportunidades de desarrollo empresarial y de atracción de empresas, pero también es necesario que los demandantes de empleo estén preparados para asumir nuevos retos y deben prepararse para ello.