De favorito indiscutible hace un año por su entonces condición de vigente ganador y por su gran plantilla, a ser de nuevo uno de los principales luchadores por amarrar la tercera plaza. Las aspiraciones del Atlético de Madrid han cambiado de hace una campaña a esta parte y, dejando a un lado los rumores, su mercado no está siendo demasiado alentador para poder ubicar al equipo en grandes cotas. Sin embargo, la llegada de Nahuel Molina, a falta de que la entidad rojiblanca la haga oficial, es más que un refuerzo para el lateral derecho del Metropolitano.
El ex del Udinese aterriza avalado por Diego Pablo Simeone. El futbolista cruzó el charco desde Argentina en el año 2020 para recalar en la Serie A, donde su progresión se disparó por completo hasta el punto de convertirse en objeto de deseo de varios conjuntos punteros de Europa. Al final, la influencia de su compatriota en el banquillo fue clave para convencer a Molina de recalar en las filas colchoneras.
Así pues, el puesto de lateral derecho tendrá un nuevo inquilino de garantías después de varias temporadas en las que la falta de confianza había marcado a la mayoría de ocupantes de esa ubicación. Kieran Trippier no llegó a convencer al cien por cien y Sime Vrsaljiko gozó de poca credibilidad de un 'Cholo' que no tuvo más remedio que tirar del croata en bastantes ocasiones.
De esta forma, Simeone se vio forzado a retrasar, más veces de las que le hubiera gustado, la demarcación de un Marcos Llorente que se convirtió en el chico para todo del Atlético.
Como carrilero en una defensa de tres centrales, el español jugaba demasiado encadenado a las funciones defensivas de ese rol. El cuadro rojiblanco se perdía su gran capacidad de llegada y su habilidad para ser indetectable en las inmediaciones del balcón del área.
Movimiento clave
Por eso mismo, la llegada de Molina acaba con los rompecabezas en una posición huérfana desde la salida de Juanfran Torres.
Llorente podrá ser alineado más arriba, ya sea como interior, falso extremo por la derecha o segundo punta, paliando así la necesidad ofensiva que presenta el cuadro colchonero en este mercado si al final no acaba llegando ningún refuerzo para esa parcela.
Mientras, la zona dominada por el lateral derecho recuperará la normalidad, con un jugador avalado por el entrenador del Atlético y para el que será una persona clave en su crecimiento. Con 24 años, el argentino puede convertirse en el nuevo dueño de la cal del Metropolinatono por bastantes años.