«A ver si de verdad ésta es la definitiva»

A.S.G.
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Paula Arias vuelve a competir. Después de tres años y medio marcados por las lesiones busca la continuidad

Paula Arias, en un reciente ITF en Túnez. - Foto: @paulaarias00

Paula Arias de nuevo está en pista. «A ver si de verdad es la definitiva y puedo tener algo de continuidad» confiesa la tenista abulense en su 'enésimo' intento por volver a ser lo que quiere ser, tenista. Porque en estos últimos años las lesiones han perseguido a la joven abulense –22 años– hasta la extenuación. Otro hubiera desistido.«Entre unas cosas y otras han sido casi tres años y medio» recuerda. Un calvario que empezó a finales de 2018 con una mala pisada.  Desde entonces, y con una pandemia de por medio, fueron dos operaciones de tobillo, una lesión en el hombro y unas dolencias en la muñeca. Era finales de 2021 y el nombre de Paula Arias volvía a aparecer en un ITF.Les Franqueses del Valles, Castellón oMonastir la tuvieron en pista. Pero el destino le tenía reservada una desagradable sorpresa. «Era el último día de pretemporada cuando comenzó a dolerme la cadera derecha. Aún así me fui. Tenía en Villene un ITF.El primer día que traté de jugar el dolor fue mucho mayor. Comencé a ir al fisio, tomar analgésicos...» Las primeras pruebas revelaron un edema en el ala derecha del sacro.Una vez que se absorbió, se vio una fractura por estrés». Cuando creía que lo había dejado todo atrás, fue otro revés más. Entre unas cosas y otras, tres años y medio.Pero aquello queda atrás. Oal menos es lo que busca. Porque hace unas semanas la abulense volvía a competir.Primero el ITFW15 Santa Margarita de Montbui, después Monastir. Y habrá más..

De nuevo Paula Arias se siente tenista, pero queda mucho. «Tengo un camino largo por delante.Estoy contenta pero no es fácil después de haber estado tanto tiempo fuera. No han sido unos meses.Entre unas cosas y otras llevaré casi tres años y medio». Mucho tiempo. «Se nota» en todos los aspectos. «Hablamos del físico.Es muy distinto entrenar a jugar partidos».Le falta ese punto de ritmo y chispa que, como en todos los deportes, se adquiere jugando. Pero también está lo mental. «Está el tema de las emociones. Es complicado gestionar todo lo que ha pasado dentro de la pista. Es lo más difícil y puede ser lo que más me cueste». Tiene que recuperar la confianza, la seguridad... «Creo que es cuestión de tiempo, de paciencia pero sobre todo de continuidad, de poder volver a jugar sin esas pausas obligadas, sin parones. Ahora es el objetivo, tener continuidad». Ha sido mucho tiempo para el cuerpo y para la cabeza. «El cuerpo necesita ir poco a poco. Ahora no importa entrenar menos tiempo.Lo importante es no volver a lesionarme, no tener dolores».

Son muchos aspectos a gestionar y la mente es tan importante como el cuerpo cuando el parón ha sido tan largo. «El tiempo que estás fuera es complicado de gestionar. No estás bien.Se acumula el esfuerzo de la recuperación, muchas emociones...Se te pasan mil cosas por la cabeza que se van acumulando y ahora, en ciertos momentos, es complicado gestionarlo en la pista cuando estás, por así decirlo, caliente».  Asume que será «un camino largo, de paciencia, de ir día a día, tratando de jugar partidos, pasando tiempo en pista, que es lo que me ha faltado todos estos años».

Mala suerte. Se lo ha preguntado a sí misma, lo ha hablado con la familia, entrenadores, médicos, fisios... «Las lesiones que he tenido son de mala suerte. Si fueran otro tipo de lesiones podríamos hablar de que no te cuidas, de que no haces bien la parte física, pero hasta que pasó lo del tobillo ha sido una tras otra. Fue una mala pisada, mala suerte. El problema del hombro es muy raro, le pasa a muy poca gente. Es verdad que esta de la cadera viene de una sobrecarga... Pero estamos hablando de lesiones largas, difíciles y cada una diferente».

Ahora hay que pasar página. «Cuando vuelvo a pista me doy cuenta que cuando estoy jugando me encuentro bien. Puede que me falte coordinación, que esté lenta, pero la mentalidad es otra».

Aquella mala pisada en 2018

Han pasado tres años y medio de aquella mala pisada. Nadie lo podía imaginar pero sería el principio de un calvario al que trata de poner fin Paula Arias. Hasta aquel diciembre de 2018 la abulense apenas conocía lo que era una lesión. Apenas unas dolencias en la muñeca en 2014 eran el parte de baja de la joven jugadora abulense.Pero en aquel Campeonato de Cataluña por Equipos de 2018 comenzó todo.Una mala pisada y una fractura de peroné. Volvió a competir en julio de 2019, pero en noviembre de ese año volvía a entrar en quirófano para retirar los tornillos y las placas de la primera intervención. Salió bien de aquello y en marzo de 2020 se dispuso a jugar su primer torneo. Estando en cuartos de final en Turquía se vio obligada a regresar a cada por culpa de la pandemia. Como el resto de deportistas, a esperar. Y la espera acabó en julio. En su vuelta comenzó a sentir dolor. Era el 20 de agosto de 2020 y debía parar de nuevo. Esta vez el hombro, una anomalía en el nervio torácico largo que mostraba una clara falta de fibras. Pero el parón fue largo, «exageradamente largo» recuerda la abulense. Casi otro año fuera, hasta 2021. En su vuelta a las pistas, la muñeca. Esta vez fue menos tiempo, unos meses, aunque suficientes cuando ya llevas lo que llevas encima. Y cuando creyó dejarlo atrás, el 2022 la tenía reservada la fractura por estrés en la cadera. Ahora es momento de dejar todo eso atrás.

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