El incremento que ha experimentado el precio de la electricidad no solo eleva considerablemente la factura que pagan los hogares particulares cada mes, también las Administraciones públicas afrontan un mayor gasto por este motivo desde que la guerra en Ucrania disparó las tarifas de suministros básicos como la propia electricidad, pero también la del gasóleo o el gas.
En el caso del Ayuntamiento de Ávila y si nos fijamos únicamente en la electricidad se puede concluir que en los dos últimos años ese gasto se ha multiplicado por dos, lo que por ende ha obligado a las arcas municipales a hacer un mayor esfuerzo económico del que realizó en 2020 para pagar la factura eléctrica, detrayéndose ese dinero de otros fines que podrían haber resultado más provechosos para la ciudad.
Si entonces la factura generada por el uso de electricidad en las instalaciones y edificios de titularidad municipal ascendió a 552.840 euros, en este 2022 que todavía no ha concluido ya suma 1.131.594,33 euros, según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Ávila a petición de este diario. Si bien es cierto que 2020, debido sobre todo a la restricción de actividad derivada del confinamiento que impuso la pandemia, fue un año en el que se produjo un considerable descenso del precio de la electricidad atribuido a la escasa demanda, al año siguiente la factura del Consistorio por este mismo concepto ya fue de 606.210,16 euros, es decir, respecto a 2020 ese año en el que ya no había restricciones se incrementó en 53.370,08 euros.
La factura eléctrica del Ayuntamiento supera ya el millón - Foto: Isabel GarcíaSi la comparativa la establecemos con el actual 2022, en lo que llevamos de año el Ayuntamiento de Ávila ya ha superado en más de medio millón de euros (578.754,25 euros exactamente) lo que abonó en ese concepto en el año 2020 y 525.384,17 euros más de lo que pagó en el año 2021.
Desde el Consistorio abulense matizan que tan acusada fluctuación viene dada por el incremento en el precio del suministro, no por el consumo de luz. Esta circunstancia vendría corroborada por que en el año 2020 la factura eléctrica media mensual a nivel general fue de 56,28 euros mensuales, mientras que en 2022 se sitúa en 114,13 euros, si bien es aún un dato provisional a falta del cierre del año. Ya entre 2020 y 2021 se produjo un aumento de la factura media mensual próximo a los 23 euros, si bien el incremento entre 2020 y 2022 es notablemente mayor: casi 58 euros más al mes se paga de media por la luz en 2022 de lo que se pagaba en 2020, según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Hay que reseñar que en el millón cien mil euros largos que las arcas municipales llevan abonados en factura eléctrica este año no está incluido el alumbrado de las calles porque por este concepto el Ayuntamiento de Ávila paga una cuantía fija cada año que asciende a 1,6 millones de euros, dado que el suministro eléctrico de la ciudad sale a concurso y el contrato actual fue adjudicado a Eulen en el verano de 2013 por 19,3 millones de euros por un período de 12 años, siendo de hecho el contrato municipal más cuantioso.
En la factura eléctrica del Ayuntamiento no está, por tanto, lo que cuesta encender el alumbrado público, que como acabamos de explicar se paga aparte y cuesta cada año 1,6 millones. ¿Qué conceptos engrosan entonces la factura de la que hablamos hoy aquí? Lo que más la dispara es la electricidad que se consume en los edificios municipales, que en lo que llevamos de año supone 583.253 euros. Aquí se incluye tanto el gasto eléctrico de la sede consistorial del Mercado Chico como la de otros inmuebles y servicios del Ayuntamiento de Ávila, con una larga lista que va desde los distintos Centros de Acción Social (CEAS) hasta las tres biblioteca pasando por el edificio de Servicios Económicos, el Mercado de Abastos, el Auditorio Municipal de San Francisco, la Escuela Municipal de Música, la Escuela Municipal de Arte o la guardería Piedra Machucana, por citar solo algunas dependencias del Ayuntamiento de Ávila.
Las instalaciones deportivas municipales ocupan el segundo lugar en mayor consumo eléctrico, sumando de momento 361.389 euros. Cuando se encienden las luces del pabellón municipal de San Antonio, las del CUM Carlos Sastre, las de los campos del complejo deportivo Manuel Sánchez Granado, la iluminación de Sancti Espíritu o las de la piscina de la Zona Norte se engrosa esta factura, por citar los espacios deportivos más grandes de la ciudad.
La factura eléctrica de los colegios públicos, que sin ser de titularidad municipal son los ayuntamientos los que se encargan no solo de su mantenimiento sino también de costear la luz y la calefacción, también supone una considerable cantidad para el Ayuntamiento de Ávila, que lleva ya 157.806 euros abonados en este concepto y calcula que la subida respecto al año anterior sea de un 20%. Esta partida es, de hecho, la tercera más cuantiosa de cuantas engrosan al cabo del año la factura eléctrica del Consistorio abulense.
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