El presidente del PP nacional, Pablo Casado, volvió a pisar tierra abulense este martes, la tierra por la que fue diputado nacional, para ponerse del lado de los vecinos que han sufrido las consecuencias del incendio más grave de la provincia de Ávila con más de 20.000 hectáreas quemadas y muchos, muchísimos ganaderos, agricultores y particulares afectados a los que Casado puso cifras. Desde el anejo del municipio de Solosancho, desde Villaviciosa, quiso dejar patente su compromiso para con ellos y con lo que ahora les preocupa, que no es poco. Lo hizo enarbolando la bandera de la unión de fuerzas entre administraciones que, aseguró, «ha regido durante la gestión del incendio», pero también a posteriori y aplaudiendo además «el acierto» que supone que el Gobierno de Pedro Sánchez haya decidido declarar zona catastrófica la superficie quemada en este incendio pero también otra arrasada por fuegos como el de Cebreros y El Tiemblo o el de El Raso... Una declaración de zona catastrófica que el presidente de la Diputación de Ávila, Carlos García, recordó que la institución a la que él representa había solicitado el mismo día 16 de agosto, dos días después de que se iniciara el fuego.
Nada más comenzar la intervención el presidente nacional de los populares ya dejó entrever hacia dónde se dirigiría su argumentario porque tras agradecer la implicación de vecinos y administraciones aseguró que «contra el fuego todos estamos unidos y creo que todas las administraciones en Ávila han estado codo con codo luchando contra el incendio que ya es el peor de la historia de Castilla y León y el cuarto más extenso de la historia de España».
Sobre el terreno quiso dejar claro que reivindicaría esa unidad de acción «propuestas en positivo, colaboración entre las administraciones, lealtad institucional, apoyo y solidaridad a los vecinos y ganaderos afectados y gratitud a todos los representantes públicos de todos los partidos, sin excepción».
Casado aplaude el "acierto" de declarar la zona catastrófica - Foto: Ricardo Munoz Martin (Spain) wwwDicho esto y por la afectación que las llamas han tenido en las ganaderías de la zona consideró oportuno reivindicar esta actividad y también la agricultura que además estimaba son útiles para evitar incendios.
Alabó el comportamiento de unos vecinos que han demostrado ese carácter «recio y sobrio de Ávila a la hora de afrontar sin ningún tipo de reproches y arrimando el hombro con quien lo necesitaba un momento crítico en la historia de estos pueblos, como éste en el que estamos (en referencia a Villaviciosa, anejo de Solosancho)». Consideraba que el sector primario ha demostrado que hay ganas de salir adelante «con la ayuda de las administraciones». Y está claro que las van a necesitar porque según las cifras que dio Casado el incendio afectó a 400 ganaderos que ahora mismo «ven su medio de vida arruinado» y a 36.000 cabezas de ganado (ovino, caprino, vacuno y equino), al tiempo que obligó a la evacuación de un millar de personas de varios de los 18 pueblos afectados.
Por todos ellos entendía que «todos juntos vamos a venir aquí a dar soluciones» que al fin y al cabo es lo que se precisa y ante todo, soluciones. Fue precisamente ahí donde tildó de acierto la declaración de zona catastrófica (gravemente afectada por esa catástrofe que ha sido el fuego) para el lugar anunciada el domingo también en tierras abulenses por el presidente del Gobierno,Pedro Sánchez, y que se materializó este martes en el Consejo de Ministros que es el órgano que debe dar el sí. De esa declaración dijo lo que esperamos es «que lleguen las ayudas». Ayudas tales como que los ganaderos puedan acceder a créditos ICO, a reducciones del IVA o del IRPF, también a las cuotas de la Seguridad Social y que los municipios puedan ver compensados gastos ligados al fuego y que de otro modo no hubieran tenido que hacer.
Entre todos tendrán que solucionar problemas, los más inminentes, los relacionados con el agua para consumo humano.
No es la primera vez que se habla de ello, pero tras el incendio también Pablo Casado aseguró que es necesario modificar la Ley de Montes para que «estas hectáreas quemadas tengan la posibilidad de acceder a la PAC. Hasta ahora era importante, pero ahora es sencillamente imprescindible para subsistir», aseguró.
También es ahora el momento, continuó, de ver que ayudas europeas «vía fondos europeos o los de cooperación para que las aguas que puedan contaminar no lleguen a las acometidas de los ganaderos sino también que no comprometan el abastecimiento de agua potable».
«Planteamos soluciones» decía y aquí sí entró en cierto debate político pues llegan en un momento en el que recordó que «la ganadería se estaba poniendo en duda por parte de algunos responsables políticos» (en referencia claramente a Alberto Garzón). Por ello dijo que era el momento de reivindicar esa ganadería pero también como decíamos, la agricultura, por la labor medioambiental que consideraba Casado llevan a cabo con el desarrollo de su labor. «La ganadería ni es contaminante, ni es algo que vaya contra la salud; la ganadería es un sector clave para España, para Ávila y para Castilla y León y los ganaderos hoy más que nunca necesitan ayuda y el reconocimiento de los poderes públicos porque si queremos proteger los montes y el entorno natural, tenemos que decir que los que protegen son ellos: sin actividad agraria y ganadera es mucho más difícil proteger los montes», terminó. «Y es mucho más difícil que las administraciones públicas podamos ir de la mano en estos terribles incendios».
Para finalizar recordó que «el verano no ha acabado y lo que hemos sufrido aquí (a los pies de la Paramera), pero también en Cebreros, El Tiemblo, en Candeleda o en La Adrada es algo que tenemos que evitar que se repita»