En el seno de la Federación de Hostelería Abulense, su presidente, Víctor Gómez daba la bienvenida a la partida de 20 millones que distribuirá la Junta de Castilla y León para ayudar al sector. Lo hacía porque a su juicio es «la primera subvención relativamente directa y objetiva en relación a los puestos de trabajo». Eso, por un lado, porque por otro entiende que esa línea de ayudas es del todo «insuficiente» ya que sólo con echar un vistazo a las pérdidas y al tiempo que «hemos -y seguimos estando- cerrados» se puede comprobar. Ahora bien «no estamos para desestimar nada». Desde luego que «no lo vamos a valorar negativamente y ojalá se produzcan muchas más en los tres niveles». Se refería a las ayudas de la Junta de Castilla y León, pero también a las estatales y a las que pudieran poner en marcha los ayuntamientos.

Cree que deberían tener en cuenta todo el tiempo que «se nos ha estado perjudicando» y entiende que deberían ser más sensibles porque «creo que no son conscientes en las administraciones de lo que va a ser y suponer esta etapa que a todas luces va a superar el año de duración». «Desde luego que en función del tiempo cerrado y las pérdidas las ayudas son de risa».  ara Gómez la mayor y mejor de las ayudas sería que se tuviera un poco más de sensibilidad y coherencia y en este caso que se hiciera un poco más de caso al Ministerio en el sentido de los datos que maneja en torno a los contagios que se han producido en la hostelería.  Esas cifras demuestran, asegura «que no somos culpables» puesto que hay lugares en los que la hostelería, como es el caso de Cantabria, en la que llevan ya meses cerrados y sin embargo «los contagios han seguido creciendo».

Le preguntamos además de por cómo han recibido el anuncio de las ayudas, por la situación actual de la hostelería en Ávila, por cuántos establecimientos puede haber abiertos (sólo con servicio de terraza) y estima que estos rondan entre el 10 y el 15%. Son pocos, pero están teniendo su público porque en España y por ende, en Ávila «somos sociables y estamos deseando eso, socializar, y de los pocos lugares en los que te puedes tomar algo con gente, con distancia, con la mascarilla puesta y al aire libre son las terrazas». Ya casi da igual las condiciones meteorológicas porque «la gente se sienta en ellas» como se ha demostrado alguno de los días pasados y posteriores a las  nuevas restricciones para los hosteleros (esas por las que les dejaban abrir sólo terrazas).