El barrio de San Antonio vivió el día grande de sus fiestas en honor a su patrón, «el santo más popular», «en el barrio más popular» de Ávila, y lo hizo retornando a las calles, viviendo la Eucaristía en el paseo central del parque y engalanándose como antaño dejando atrás los duros momentos de la pandemia.
Los actos centrales comenzaron a primera hora de la tarde, en una jornada muy calurosa, superando los treinta grados centígrados, pero que se convirtieron en más agradable al cobijo de los grandes árboles del parque, que propiciaron una agradable sombra.
Poco antes de las cinco de la tarde, y al grito de «¡Viva San Antonio!», partió en procesión la imagen del santo desde la iglesia parroquial en dirección al templo en que se transformó el paseo central del parque, donde aguardaban ya su llegada decenas de fieles y devotos, cifra que fue aumentándose a medida que avanzó la ceremonia, y donde destacó la asistencia de los niños que este año han tomado la Primera Comunión en la parroquia. La misa, que contó con la participación del coro parroquial, estuvo presidida por el obispo de Ávila, monseñor José María Gil Tamayo, que estuvo acompañado por un viejo conocido de esta parroquia, monseñor Jesús Galeote, hoy obispo de Camiri (Bolivia). Además estuvo presente, entre otras autoridades, el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, distintos concejales del Ayuntamiento de Ávila, los procuradores en Cortes Miguel Ángel García Nieto y Pedro Pascual o el diputado provincial José Luis del Nogal.
San Antonio regresa a las calles de su barrio - Foto: David CastroDurante la homilia, Gil Tamayo ensalzó la figura del «santo más popular», el cual «vio reflejado en Francisco de Asís los rasgos de Dios». Y lo hizo «acompañado con su palabra», como «gran teólogo y maestro», y poniendo siempre su mirada en los pobres, queriendo también «alimentar su corazón». El obispo de Ávila insistió en que frente a «esa pobreza material que remedió San Antonio, también es necesario para el hombre la verdad», y recalcó la necesidad de fundamentar la vida sobre la fe para que «la vida cambie». Gil Tamayo aseguró que «San Antonio nos enseña un cristianismo popular», que «sale a la calle, al parque, con respeto a las convicciones de los demás, sin imponer nada a nadie». Pero también, continuó diciendo, «exigiendo que se nos repete, que podamos manifestar nuestra fe públicamente, en la vida social, en la política...». Y animó a que «no escondamos nuestra fe», «el sello cristiano».
A la conclusión de la celebración eucarística, y antes de dar comienzo la procesión, las entidades organizadoras del Bocadillo Solidario celebrado días atrás entregaron la recaudación a Alcer. Posteriormente se preparó la comitiva para recorrer en procesión, con la presencia de la imagen de San Antonio, las calles de la barriada, la cual estuvo amenizada por la presencia del grupo folclórico Avento San Nicolás, así como por los grupos de dulzaina Dulzainada y Badut, que pusieron la nota musical a lo largo del recorrido, recuperando estampas que se habían perdido con la pandemia.
Terminada la procesión se procedió a la subasta de regalos, ya en la plaza de San Antonio. Y como fin de fiesta de este día grande, el grupo Dos Soles amenizó el baile que tuvo lugar ya por la noche.