Texto, música y canto, para homenajear a Miguel Delibes

P.R.
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Los textos, que procedían de la obra 'Viejas historias de Castilla la Vieja', fueron leídos por Emilio Gutiérrez Caba, mientras que también intervinieron el barítono Luis Santana y el pianista Víctor Carbajo

Texto, música y canto, para homenajear a Miguel Delibes - Foto: David Castro

Texto, música y canto formaron el terceto perfecto  que en la tarde de ayer sirvió de homenaje  que ha preparado el Ayuntamiento de Ávila al insigne escritor castellano Miguel Delibes, en el centenario de su nacimiento. Un homenaje que como reconocía Ángel Sánchez Jiménez concejal de Cultura del consistorio abulense, era una deuda que tenían pendiente con el escritor vallisoletano, que hasta ahora no habían podido cumplir por el problema sobrevenido de la pandemia del Covid-19. Aún así ayer también corrió peligro su organización, porque el Auditorio de San Francisco, donde se celebró, carecía de calefacción, al haberse estropeado  una pieza necesaria para su motor y que no había llegado en la tarde de ayer. Por lo que el numeroso público que se dio cita en el mismo, salvando las distancias de seguridad que marcan  las autoridades sanitarias, pasó frío.

Texto del propio Miguel Delibes, en uno de sus libros más desconocidos, pero sin embargo más auténticos delibianos, ‘Viejas historias de Castilla la Vieja’ escrito en 1964. Pequeños relatos que adelantan el alma rural de Castilla la Vieja. Un total de 16 textos leídos por uno de los mejores actores que tiene y ha tenido el panorama español, Emilio Gutiérrez Caba.

Le acompañaban, al canto, el barítono Luis Santana y a la música, el pianista Víctor Carbajo, con canciones tradicionales castellanas:  ‘El agua’, ‘Las torre en guardia’, caminito de Bembibre’, ‘El pino’... Breves relatos que ya contienen todo el sentimiento rural de la literatura de Miguel Delibes. Relatos cuyos títulos ya adelantaban prácticamente sus contenidos: ‘El pueblo en la cara’, con una frase que el protagonista parece descubrir el verdadero sentido de ser de pueblo: «Y empecé a darme cuenta, entonces, de que ser de pueblo era un don de Dios y que ser de ciudad era un poco como ser inclusero», como relata Isidoro, el protagonista.

Otros cuentos pertenecientes a esta obra fueron también interpretados por Emilio Gutiérrez Caba. Títulos tan sugerentes como ‘Aniano el corsario’, ‘La pimpollada del páramo’, ‘Los hermanos Hernando’, ‘El Teso mocho de Fuentetoba’, ‘Las cangrejadas de San Vito’, ‘La Siginia, mártir de la pureza’, ‘Los nublados’, ‘A la sombra de los enamorados’, ‘El matacán del majuelo’. ‘Un chusco para cada castellano’, ‘Grajos y avutardas’, ‘Las piedras negras’, ‘Las nueces, el autillo y el avejaruco’ y ‘El Regreso’. Todos ellos configuran este libro,  una pequeña maravilla ya que nadie sabía más que Delibes lo que era Castilla ni escribir en un lenguaje más puro y alejado de toda  retórica.