Varios consejeros del PP dentro de la Junta de Castilla y León han comenzado esta mañana a desmarcarse de las medidas antiaborto anunciadas ayer por el vicepresidente autonómico y líder regional de Vox, Juan García-Gallardo. Un paquete de actuaciones que, según el número dos de la Junta, "obligaba" a los sanitarios a ofrecer a las mujeres embarazadas un protocolo de derivación a los equipos de salud mental, una cuarta ecografía en el primer trimestre del embarazo para que los progenitores puedan «escuchar el latido del bebé» y una ecografía 4D antes de interrumpirlo. Un extremo que los responsables de Sanidad y la Presidencia negaron, tal y como había informado ayer este periódico, y confirmaron que el protocolo se mantedrá como hasta ahora.

"El protocolo está bien, no se cambia. Lo que sí vamos a hacer en insistir en él". Así quiso zanjar hoy el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, la polémica surgida tras el Consejo de Gobierno de ayer, a raíz de las explicaciones dadas por el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, sobre el protocolo de aplica la Consejería para la asistencia a mujeres embarazadas. "Me remito a lo que está escrito. Una nota de prensa en la que se habla para fomentar la natalidad de una serie de medidas", sentenció en declaraciones a Ical.

En la misma línea, el consejero de la Presidencia, Jesús Julio Carnero, también salió al paso de las medidas y aseguró que los profesionales sanitarios no estarán obligados a ofertar este servicio a las mujeres embarazadas que acudan a la primera consulta, a diferencia de lo que declaró Juan García-Gallardo. Preguntado por si esta afirmación suponía desautorizar al vicepresidente del Ejecutivo autonómico, respondió: "No desautorizo a nadie y me remito a la nota emitida por la Consejería de Sanidad, que es la que conoce a fondo el desarrollo de la ley. Hay un total y absoluto respeto a la ley y a los protocolos", aseveró.