Francisco I. Pérez de Pablo

Doble click

Francisco I. Pérez de Pablo


Con la naftalina empezó todo

15/11/2022

Hace unos días, en la presentación oficial de la candidata del PSOE a la alcaldía de la Capital, la designada se presentó con el objetivo de eliminar la naftalina de Ávila. El denominado alquitrán blanco es usado para ahuyentar a las polillas (mariposas pequeñas y nocturnas cuyas larvas devoran los alimentos almacenados o los enseres domésticos, tales como la ropa y el papel). La aspirante tiene fácil cumplir el objetivo con tan solo rociar la ropa con alcanfor o lavar las prendas a 60º y también frotar muebles o maderas con aceite de laurel. Es útil también colocar frascos de lavanda allí donde aparezcan. 
La candidata –asentada en Ávila hace algún tiempo, lo cual no debe considerarse un demérito– no parece que se refiriera a la proliferación del insecto, sino que la alusión al lepidóptero deba entenderse con una forma de hacer política y con una determinada clase dirigente en Ávila (puede que también a la suya propia) a la que se propone fumigar por ser perjudicial para los intereses de los abulenses. Según la ciencia, las polillas no tienen ningún peligro para las personas, ya que no traspasan enfermedades, no son venenosas, no pican, no son una plaga, son totalmente inocuos y beneficiosos, ya que, al ser grandes, polinizan –como las abejas– plantas más grandes, por lo que afirman que no hay que matarlas.
Puede, también, que cuando lanzó el aserto estuviera metafóricamente refiriéndose a algún contendiente político concreto. El único enemigo que responde a ese nombre lo tiene Batman. La polilla asesina lleva traje llamativo con spandex, rayas moradas y verdes, una capa de color naranja y una máscara de polilla. Lleva también un arma capullo que dispara un chorro de hilos pegajosos que pueden envolver totalmente a una víctima.?
A la espera de que los ciudadanos compren la propuesta de naftalina, esas bolitas han desatado, ya, una precampaña electoral que augura palabras más crueles y despiadadas de aquí a la primavera en pos de alcanzar o renovar el sillón capitalino. La candidata ha tomado la iniciativa de cara a las urnas de mayo siendo la prueba más evidente de ello que el propio alcalde –candidato por su formación amarilla– ha salido raudo a responderla como poseído por la verdad absoluta pidiendo respeto a la ciudad y a los ciudadanos. Un respeto que pide quien quizás por su demostrada irrespetuosidad olvida su fácil verborrea y salidas de tono, también hacia sus adversarios, no viéndose reflejado ahora en las ambiciones e ilusiones de una candidata socialista que lleva el nombre de la primera mujer expulsada del paraíso.
El resultado final es ciertamente una incógnita. A día de hoy las sensaciones a la espera de encuestas no auguran para la propuesta de naftalina un buen resultado (menos votos y menos concejales con riesgo cierto de llegar a ser los peores en la larga serie en elecciones locales) y es que la formación socialista no pasa por sus mejores momentos, tanto por su división interna como su nociva y errática política hacia los intereses de Ávila siendo reflejo los últimos presupuestos presentados. Aún no alcanzando el resultado esperado, sin embargo, las bolitas de naftalina puede que sean determinantes, a falta de mayorías para aquel candidato que quiera formar gobierno municipal de entre las dos opciones más posibles. Entonces quizás y sólo quizás la irrespetuosidad invocada, ya, no sea tal.