Comienza la temporada. Las pretemporadas «se hacen siempre largas». Ya había ganas de ver rodar el balón en el Adolfo Suárez y este domingo arranca un nuevo curso –18,30 horas– con el Real Burgos como telonero.Primer rival, «incierto», dada la inestabilidad de un club protagonista tanto por lo de fuera –su denuncia la pasada temporada ha llevado este año al Grupo VIII a disputarse con 21 equipos– como por lo de dentro. «No tenemos claro cuál es su plantilla» valoraba Jonathan Prado descontando ya las horas para la disputa del primer partido. Y es que los de SanAmaro han roto su convenio con el Burgos CF y las dudas sobre la continuidad de algunos de sus jugadores han saltado a la palestra. Sin embargo todas estas incógnitas no serán impedimento para un Real Ávila que llega al arranque del curso con la sensación de haber hecho sus deberes, habiendo «crecido como equipo», y tras la confección de un proyecto en el que el sello del técnico palentino es mucho más palpable.Un proyecto de autor.
Marcó sus necesidades cuando se cerraba la temporada 2018-19 y se hacía oficial su renovación.Ydesde los despachos han cumplido, tanto en las renovaciones como en las contrataciones. «Hemos encontrado todo lo que queríamos, desde la gente que se quedaba con nosotros a lo que tenía que venir. Estamos contentos porque hemos encontrado la gente que queremos para el modelo de juego. El sello de este año está mucho más claro».
Ha pedido y se la concedido dentro de las posibilidades económicas del club. «Tengo lo que quiero».Gente en defensa «que nos aposta experiencia», un mediocampo «de ida y vuelta» que sepa manejar balón «sin tanta pausa en la transición» y en la delantera –en la tarde del sábado llegaba Cristopher a la delantera– «un poco de todo, gente que puede jugar por dentro y por fuera, al espacio o al pie, en punta o en diferentes sistemas, jugadores de disputa o carrera, de asociación. Estamos contentos».
Cambian las caras y cambia el estilo.Porque este curso el entrenador palentino quiere un equipo con «personalidad», como la que ha podido mostrar en la última fase de la pretemporada y que se plasmó ante el Unionistas. Un equipo «dinámico, que explote situaciones de contraataque pero capaz de llevar el juego en posesión, agresivo en la presión...» La hoja de ruta, más allá de los desajustes propios de las primeras jornadas, está clara y empieza a ser palpable.
La primera prueba, en casa, «en tu entorno, con tu gente». Y el Adolfo Suárez es importante. «Si el año pasado no disputamos los playoffs fue por los muchos puntos que nos dejamos en casa.Este año debe suceder todo lo contrario». Como todo dispuesto, el balón comenzará a rodar este domingo. Porque ahora el fútbol pasa de los despachos a su verdadero hábitat, el césped. «Ahora lo importante es lo que pueda suceder en el césped.Donde hay que acertar es cuando empiece a rodar el balón».