Editorial

Un proyecto de presupuestos que exige capacidad de ejecución

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El equipo de gobierno que conforman Por Ávila y Ciudadanos en el Ayuntamiento de Ávila presentó este viernes el proyecto de presupuestos del Consistorio abulense para el ejercicio de 2023, que asciende a 61,7 millones de euros. Ese presupuesto inicial es el menor de los últimos años, pero el equipo de gobierno confía en que se incremente con la llegada de las subvenciones europeas solicitada a los fondos Next Generation que se incorporarían como suplementos de crédito.

En su análisis de estas cuentas, la teniente de alcalde de Servicios Sociales y Hacienda, Ángela García, aseguró que son «las más sociales» de los últimos años, con 7,8 millones de euros destinados a Servicios Sociales y 6,7 millones de euros a inversiones (lo que representa un 10% del presupuesto), con el objetivo, aseguró, de que «ningún abulense se quede atrás por la situación económica derivada de la inflación de precios».

Ese capítulo de inversiones viene condicionado por las limitadas posibilidades de las entidades locales de generar ingresos y su capacidad para acometer proyectos de calado viene derivada de la cofinanciación que encuentre en otras administraciones (autonómica y estatal), además de la iniciativa privada. Y ahí se deben volcar muchos esfuerzos para mejorar esas cifras.

Por eso es fundamental que se presenten buenos proyectos que sean capaces de acogerse a esos fondos europeos Next Generation, que seguirán aportando cuantiosas cantidades en los próximos años. En ellos se han puesto muchas esperanzas y es el momento de que empiecen a cristalizarse. Luego no valdrá lamentarse de que no se ha podido salir beneficiado de esas ayudas, como tampoco se debe despreciar lo que llega desde la Junta de Castilla y León y desde el Gobierno de España. Esas subvenciones tienen fecha de caducidad y por eso es fundamental que se lleve a cabo una gestión escrupulosa de la ejecución de esas aportaciones, y más en un Ayuntamiento como el de Ávila que no se puede permitir el lujo de despreciar y desaprovechar ninguna.

Llega ahora el momento del debate de esas partidas, y de que los grupos de la oposición también realicen sus aportaciones para sacar el máximo rendimiento a unas cuentas que siempre pueden ser mejoradas. Eso exige capacidad de diálogo y generosidad por parte del equipo de gobierno para saber aceptar aquellas propuestas que pueden ser beneficiosas para el interés general de los ciudadanos.

Los debates de los años precedentes no han logrado ese consenso, y mucho menos se espera ahora cuando ya todo el debate político viene condicionado por el cálculo electoral ante la cita de mayo de 2023. Pero no por eso todos los grupos políticos deben hacer el esfuerzo de hallar puntos de encuentro que permitan que esos presupuestos salgan fortalecidos. Porque estamos ante un año que se presume complicado, en el que todos tienen que arrimar el hombro para que no sea un ejercicio que viva condicionado por las elecciones, y en el que se descuide lo más importante, que es Ávila y los abulenses.