14 ataques de lobo en menos de un año

B.M
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Sucedió en una ganadería de Herradón de Pinares donde en el último caso los cánidos entraron dentro de una corraliza cerrada tras saltar un mallazo de 1,5 metros de altura

14 ataques de lobo en menos de un año

Mucho se habla de los ataques de lobos y de cómo se tiene que gestionar la situación de estos cánidos en Ávila donde no son especie cinegética. Se discute sobre si suben o si bajan los ataques, las visiones de administración, ganaderos o ecologistas o incluso cómo se tienen que gestionar las indemnizaciones. Pero en este caso se va a poner el nombre a la situación que vive un ganadero en la zona de Pinares. Se llama Juan Manuel Berguio y en menos de un año que lleva con su explotación, desde febrero de 2018, ha sufrido 14 ataques, el último recientemente.

En su caso, según relata él mismo, el último ataque lo sufrió en la noche del lunes cuando, señala,  el lobo entró dentro de un cercado, lo que supuso que tuvo que saltar un mallazo de 1,5 metros para atacar al ternero. Y éste se añade a los 14 ataques, con el mismo número de reses perdidas desde febrero del año anterior, aunque no se trata solo de los animales muertos sino que, por ejemplo en este último ataque, hay otros terneros perdidos y que hay que encontrar, lo que también supone un trabajo a mayores. 

Relata el ganadero que él lo único que quiere es vivir de la ganadería pero «te levantas sin saber qué te vas a encontrar» y con el estrés que vive él mismo, pero también los animales. «Hay cinco vacas para parir y no sé qué hacer, ¿venderlas?», continúa.

De familia ganadera, él entró en primera persona cuando compró una ganadería en Herradón de Pinares hace un año y lo hizo porque quería quedarse en el pueblo, donde tiene su vida.

Pero ahora sufre estos ataques y, aunque reconoce que va recibiendo las correspondientes indemnizaciones, insiste en que «no está contemplado el precio real, lo que se paga no es lo real» porque «no se reconoce la producción que se podría tener en los siguientes 10 ó 12 meses con ese animal sino su precio en el matadero en ese momento».

Afirma además que en la zona «hay mucho lobo» y él, quien insiste en que le gustan los animales, cree que tendría que haber un control de los lobos o que «los echen de comer». Lo que sea con tal de que los ganaderos dejen de sufrir las consecuencias de su presencia.

Sobre este caso UPA Ávila denuncia precisamente el hecho de que los lobos hayan saltado un mallazo de 1,5 metros de altura y entren en la explotación para atacar. Por ello hablan de que «los lobos pueden arrasar explotaciones, pueden atentar contra el patrimonio de los ganaderos, pueden generar todo el pánico y temor a familias enteras porque cada ataque supone gastos económicos inasumibles en muchos casos, pero a nadie, salvo a los directamente afectados, parece importarles la realidad de lo que está ocurriendo a diario en nuestra provincia».

Por ello denuncian la «irresponsable inacción de la Junta» con la gestión del lobo, sobre todo las «denuncias continuadas» que efectúan sobre la situación de los ganaderos de esta localidad y, en general, de la comarca de Pinares.