La Junta de Castilla y León acaba de actualizar la guía de aplicación por niveles de alerta en Castilla y León, el documento que da respuesta a las dudas que plantean las últimas medidas adoptadas por la Administración en la lucha contra la COVID-19. Entre ellas, la de si se puede acudir a los supermercados a partir de las 20,00 horas, resuelta favorablemente hace unos días por la patronal del sector, o la de si es posible sacar a pasear al perro dentro del toque de queda. La respuesta a esta última duda también es ‘sí’, con algunas recomendaciones y apelando a la responsabilidad.   

La modificación de este manual de preguntas y respuestas sobre la interpretación y alcance de las a veces complejas y cambiantes medidas sanitarias adoptadas por el Gobierno autonómico –que se puede consultar en la web y las redes sociales de la Junta- fue adoptada en la última reunión semanal del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) celebrada el miércoles. En ella participan representantes de la Administración de Castilla y León y de la Administración General del Estado, dando respuesta a dudas que plantean ciudadanos, administraciones locales, los CECOPI provinciales o las Fuerzas y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

En concreto, las respuestas a las dudas planteadas conforman el apartado de ‘Preguntas Frecuentes’ de la  guía, la cual se actualizó para dar cabida a los últimos acuerdos del presidente de la Junta publicados el pasado sábado, en resumen la limitación de circular en horario nocturno desde las 20,00 horas, la limitación perimetral provincial y la limitación de reuniones a cuatro personas.

En este sentido, sobre el toque de queda y las salidas con perros, y tras haber recibido múltiples consultas y quejas, no sólo de ciudadanos particulares, sino de colegios profesionales veterinarios apelando al bienestar de los animales, y en atención a la «notoria demanda institucional y social», se ha considerado que sacar al perro es una situación de necesidad, y por tanto una excepción a la restricción de la movilidad nocturna. Así, con el objetivo de atender las necesidades fisiológicas del perro, así como a las condiciones higienico-sanitarias de sus convivientes, se permite sacar al animal, recomendándose que el paseo no dure más de treinta minutos y se realice en las inmediaciones del domicilio. Para evitar abusos, se apela a la responsabilidad del titular del animal. 

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