Se está celebrando en la Feria de Muestras de Valladolid la XXV edición de la Feria Internacional del Turismo de Interior (Intur), una cita que con un cuarto de siglo a sus espaldas sigue siendo de presencia imprescindible para todas aquellas asociaciones, instituciones y empresas que quieren tener presencia en el panorama turístico, sea por el motivo que sea, aunque el económico siempre es el que prevalece.

El sector turístico fue duramente sacudido en los tiempos más extremos de la pandemia, con una importante pérdida de empleo y de hábitos que poco a poco se van recuperando. De hecho, las cifras a nivel regional hablan de una recuperación de 15.000 empleos y del 90 por ciento de los viajeros y de las pernoctaciones registradas antes de la pandemia. 

Son sin dudas buenas noticias para uno de los sectores claves de la economía regional. Y estos datos, con su extrapolación a la provincia abulense, invitan a pensar que la recuperación también ha llegado hasta nuestros hoteles y restaurantes.

Se suele decir que en cada crisis se presenta también una oportunidad, y aprovechando lo sucedido es momento quizá en el que la oferta turística provincial se pueda reinventar para ofrecer algo distinto a lo que sus provincias competidoras más directas pueden ofrecer. La oferta turística provincial en Intur se ha centrado este año en la gastronomía y la enología, junto con sus cielos oscuros y el rico patrimonio cultural, este último un valor seguro y siempre presente en esta feria, aspectos todos diferentes a los que puedan tener y ofrecer provincias limítrofes y de parecidos atractivos, que por tanto se tienen que potenciar para atraer a quienes busquen algo distinto a lo que puedan encontrar en otras poblaciones similares.

Explorar otros tipos de turismo como el deportivo o de aventura, o potenciar el religioso son otras de las posibilidades que se le abren a la provincia abulense para consolidarse como una de las preferidas en el turismo de interior, cuestión que siempre está presente cada vez que sale una estadística nacional sobre la ocupación de los alojamientos rurales

En este sector, como en otros muchos, la unidad de acción debe prevalecer y ser una de las señas de identidad, de ahí que os diferentes actores turísticos locales, ya sean institucionales, asociaciones o privados, deben de trabajar en una misma línea de coherencia y colaboración para que el sector pueda salir beneficiado. La próxima cita parecida a la que se está celebrando ahora en la capital vallisoletana será el próximo mes de enero en Fitur, y será entonces otra oportunidad, que habría que aprovechar, para llevar algo novedoso que sea un hecho diferenciador de Ávila.