Félix Meneses ahonda en su pasado en San Antonio

B.M
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El ahora concejal de Fiestas mostró su «orgullo» por ser pregonero en su barrio y mostrar sus sentimientos por el santo. En su historia, la refundación de la cofradía y la peña

Félix Meneses es hoy concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Ávila pero su vida siempre estará relacionada con el barrio de San Antonio, aquel que le vio crecer y donde tiene contacto con tantas personas. Por ello, para él fue un «orgullo» poder ser pregonero en su barrio, mostrar sus sentimientos por el santo y recordar a quienes le acompañaron y acompañan en su camino. Fueron muchos los nombres de personas que nombró en su pregón, con un recuerdo especial a quienes ya no se encuentran entre nosotros. 

Dejó ver sus sentimientos por San Antonio, los lazos que le unen al santo, un santo que le acompañó cuando con seis años tomó la Primera Comunión cuando no era ni parroquia, cuando fue a catequesis para Confirmación y llegó a ese día «con el tobillo roto».

En su historia está también la del equipo de fútbol del barrio y los partidos de fin de semana, las fiestas del «mejor barrio del mundo», o el momento en el que en los años 80 refundaron la cofradía y la peña, con él como tesorero. «Éramos un centenar de jóvenes de la ciudad, la gran mayoría del barrio», dijo, que decidieron colaborar con la cofradía.

Y en sus recuerdos, cómo no, las verbenas que patrocinaban los bares de la zona, las cadenetas para engalanar las calles del barrio o los pasacalles... Allí nacieron amistades que algunas han pasado a formar una familia a la que, de alguna manera, el sigue perteneciendo.

Y como si una ironía se tratara recordó las reuniones con el Ayuntamiento, sus visitas al concejal de Fiestas. Y las cenas «de las fiestas y no cenas. La preparación de la novena». Sobre todo, esas ganas de que llegara el 13 de junio, una fecha que tenían marcada en el calendario.

Con el transcurso del tiempo pasó al otro lado de las fiestas, al más oficial, pero no olvida su peña. «Siempre digo que yo soy 'peñista' y que la defenderé siempre». También por todos los amigos que encontró, lo que traslada a la cofradía, de la que llegó a ser presidente.

Sus palabras finales fueron para su familia, la de amigos y la más cercana, la de sus hijos que son cofrades desde que nacieron.

«Hoy es un día inolvidable para mí. Un día que recordaré siempre», dijo antes de gritar el primer viva a San Antonio.