La N-403 es la tercera carretera de Ávila que más tráfico soporta, entre otras cosas porque es uno de las vías de acceso para los turistas que llegan de la Comunidad de Madrid. Son entre 3.000 y 9.000 vehículos los que la utilizan de manera diaria (dependiendo de la época del año o del día de la semana) y por ello y sobre todo por velar por la seguridad de los ocupantes de esos vehículos el Estado acomete obras en ésta y otras vías abulenses de su titularidad. 

Desde hace aproximadamente 15 días se trabaja en el entorno del alto de la Paramera, en dos tramos y en un total de 8,8 kilómetros en los que se están invirtiendo 600.000 euros. Todo ello para llevar a cabo la renovación de firme y de señalización vial. Y es que «una de las acciones prioritarias del gobierno de España es la mejora en seguridad y una de las seguridades principales es la vial en nuestras carreteras y más ahora en plena operación verano, con mayor intensidad de tráfico», explicaba a pie de obra Arturo Barral, subdelegado del gobierno en Ávila y la cara más visible del Estado por tanto en esta provincia.

Hay que priorizar a la hora de hacer obras porque el dinero es el que es y el crédito da para lo que da y se ha seleccionado este tramo puesto que dada la altitud a la que se encuentra sufre más las consecuencias de la climatología adversa, especialmente, y a lo que se une los estragos que causan por ejemplo el uso de fundentes en temporada invernal, sin olvidar el tráfico diario al que hacíamos alusión. Precisamente este miércoles por la mañana Barral, visitaba la zona con el  jefe de demarcación de carreteras de Ávila, Manuel Llanes. Fue él quien explicó que este tipo de actuaciones forman parte de «la conservación ordinaria de carreteras». En Ávila son «dos los sectores» con los que se trabaja y cada uno tiene su presupuesto que se invierte en las zonas que más lo necesita y parte de ello «va destinado a firmes y a aglomerados.Esta vez ha tocado a este tramo puesto que presentaba ya síntomas de deterioro, con algunas fisuras y por ello se realiza un fresado de la capa de arriba, la más deteriorada, y una reposición de firme con aglomerado». Se trabaja en dos tramos, del kilómetro 128 al 124 y del 121,800 hasta el 117,200.

En esa zona se estaba trabajado por «medias secciones»  para poder permitir que el tráfico siga fluyendo.  Primero un carril y luego el otro para dar paso alternativo a los vehículos (que pudimos constatar que evidentemente son  muchos y de todo tipo).

Esto en cuanto a uno de los sectores de los dos en los que se dividen las carreteras de titularidad estatal y es que en el segundo, con 400.000 euros se están haciendo actuaciones, por ejemplo en la N-502 en las cueva del Maragato, en la intersección de esta vía con la N-110 y también en el entorno de El Barco de Ávila en un tramo pequeño.

Para Barral estaba claro que hay que velar por esa seguridad y más ante el aumento del tráfico rodado que llega en esta época del año. La mejora de las carreteras es una de las patas que sirve para ello, pero hay más, tales como las campañas de la DGT de control del consumo de alcohol y drogas al volante,  una que dura todo el verano que es el control de velocidad o una que es específica para Ávila de control de motocicletas especialmente en fin de semana.

Traía a colación Barral que precisamente el día anterior a la visita a las obras se había producido en esa misma vía un  accidente de tráfico por colisión frontal que costó la vida a una mujer,  vecina de Madrid y dejaba heridas a otras dos personas, los ocupantes de la ambulancia con la que chocó el turismo. Aseguró que la causa del siniestro se sigue investigando en lo que se refiere a la invasión del carril por parte de uno de los vehículos, también apuntó que el conductor de la ambulancia dio negativo en la prueba de alcohol y drogas. Ahora bien repasó con los medios de comunicación que hay tres causas principales de los accidentes en la provincia que pasan por las distracciones, el exceso de velocidad y el consumo de alcohol o drogas al volante. No apuntó a ninguna de ellas como causa del  mortal accidente precisamente porque se sigue investigando. Fue recordaba en una recta y por tanto en un lugar en el que no había problemas de visibilidad.

Quiso poner sobre la mesa que con el siniestro mortal del martes son cinco las víctimas de las carreteras abulenses en lo que va de año, tres de ellas conductores de motocicleta, una más de un tractor y la mujer del siniestro más reciente que implicó al turismo y la ambulancia. Ante ello incidía en la prudencia y no sólo en viajes largos, también en los cortos.