"Hay que trabajar muy duro para estar en este programa"

I.Camarero Jiménez
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Patricia Pardo es una de las elegidas para poner cara a los galardones La Alcazaba de este 2022. Recogerá su premio como mejor presentadora de televisión el próximo 13 de junio. Ella es ahora uno de los rostros más visibles en el programa de Ana Rosa

"Hay que trabajar muy duro para estar en este programa"

Patricia Pardo, periodista gallega de 38 años, vive sin duda en lo profesional el que está siendo un gran año. Hoy llega a nuestras páginas con motivo de los galardones KIALa Alcazaba pues la reconocerán como la Mejor Presentadora en categoría de Televisión. No es el único premio que recibirá en este 2022 ya que sus compañeros de profesión han decidido que sea ella quien se lleve la 'Antena de Plata 2022', concedido por la Asociación de Profesionales de Radio y Televisión de Madrid. Dos reconocimientos por los que se siente tremendamente agradecida y así nos lo traslada en una conversación telefónica. Amable y dicharachera nos saluda esta profesional a la que su mentora, Ana Rosa Quintana, describe como una «falsa tímida». Es impetuosa y lo sabe, incluso «suelto algún taco en el plató» y en ocasiones «me han llamado a la calma», relata al tiempo que reconoce que le gustaría tener la mesura de Ana Rosa. 

Hablemos de esos dos galardones ¿Cómo los recibe? Sin duda está siendo 2022 un gran año para usted.

Sí, la verdad es que sí. Después de una época dura parece que este año se ha estabilizado todo y he de decir que estoy muy contenta y no lo puedo negar. También es verdad que el premio, tanto éste como la antena, es un poco agridulce porque llega en un momento en el que no está Ana (Rosa). Así que lo recibo con prudencia y con humildad porque para mí, ¿qué duda cabe? la mejor presentadora es ella. Ellá está en su casa, padeciendo una enfermedad grave, aunque esperamos que en septiembre esté de vuelta. Con alegría lo recogeré, especialmente por mis padres y también por mis hijas, que son quienes sufren esta profesión ya que no las puedo ni siquiera llevar al colegio porque me levanto a las cuatro de la mañana, como dicen ellas: en mitad de la noche... En fin. Satisfecha y feliz, pero sin poder celebrarlo del todo porque Ana está en su casa.

Tiene usted pocos años y ya mucha carrera...

Uy! ¿Pocos años? Ya tengo 38. Para mí son muchos porque cuando yo llegué al programa de Ana Rosa tenía 25 ó 26 años.Yo era la pequeña y ahora... Ahora soy veterana. Entonces, ya no me veo tan joven. Pero sí, me han pasado muchas cosas y he crecido mucho y no puedo estar más que agradecida. Recuerdo que llegué en 2010 para hacer una sustitución de verano en la sección de corazón. Pensé que iba a estar cuestión de dos meses y al final he ido cubriendo diferentes bajas de compañeras. Ya no recuerdo si fueron dos o tres bajas que se sucedían una detrás de otra... Luego ya, cuando quedó una plaza porque una chica se fue a TVE pues  tuve contrato de obra y servicio y pasé a ser reportera de actualidad. Más tarde empecé a hacer plató y después, donde estoy. Poquito a poquito. En plató creo que estoy desde 2012/13 con Ana Rosa. Soy muy consciente de que soy una afortunada. Tienes que currártelo mucho, trabajar muy duro para estar en un programa como el nuestro, pero yo, sólo puedo estar agradecida porque es una suerte.

Ha pasado por muchas etapas, está claro que no fue llegar y besar el santo.¿Qué etapa recuerda con mayor cariño?

No, no, claro que no fue llegar y besar el santo, no te puedes relajar. Ahora son madrugones, el estrés de un programa en directo, estar informada todo el rato... Al final nunca desconectas del todo porque tienes que estar al día para estar a la altura el día siguiente. No es sencillo, nunca lo es, al final te acostumbras a vivir con ese estrés. Y, sí, retomando la pregunta, a mí lo que me gusta es pisar calle, aunque cada parte tiene su lado positivo y su lado de aprendizaje. No sabría por cuál faceta decantarme, pero para tratar una noticia no hay nada mejor que estar a pie de calle, que es donde se siente, donde la puedes describir de forma certera y donde encuentras los testimonios. Hay muchas maneras de informar y plató también es una de ellas pero la época de reportera me gustó mucho porque además me permitió viajar. Ahora bien, reconozco que la etapa que vivo ahora es más dulce porque no tengo que viajar, puedo estar más tiempo en Madrid con mis hijas y eso es muy de agradecer también. He aprendido mucho en cada faceta.

Respecto a no desconectar, en el fondo a casi todos los periodistas les gusta, es inevitable.

Sí está claro, además soy afortunada y me apasiona mi trabajo así que estoy encantada y no lo cambio por nada. Ahora bien, cuando te juntas con otras personas que no están acostumbradas a este ritmo se sorprenden y te preguntan ¿vives así siempre?¿Cuándo duermes? Y es que al final tengo niñas pequeñas y resulta complicado, pero me gusta mi día a día.

Si volvemos a los inicios de su profesión, ¿cuándo tuvo claro que se quería dedicar a esto? ¿Hubo algún referente en especial?

Pues yo no me acordaba, pero mi hermana Tamara, cuando la llamé para contarle lo de estos premios, me recordaba que de pequeñas jugábamos a hacer programas de radio y nos grabábamos entrevistas la una a  la otra y fíjate... yo siempre me pedía ser Julia Otero. Me gustaba mucho escuchar la radio porque yo ante todo soy una apasionada de las voces. Para mí, a la hora de comunicar en radio y televisión lo importante es la voz, no el físico. A la gente lo que le engancha y lo que más le llega es esa voz. 

Deduzco, por tanto, que le gustaba más la radio que la televisión.

Uff sí, no pensé jamás que pudiera ponerme ante una cámara y al final, lo que es la vida y sus derroteros: he acabado donde he acabado. Julia Otero creo que fue mi primer referente. En televisión, en la carrera yo no era ni capaz de hacer esas prácticas. Lo hice porque no me quedaba más remedio pero para mí era un sufrimiento porque yo, como dice Ana Rosa, soy una falsa tímida. Luego te sueltas y no pasa nada pero al principio no soy extrovertida, además soy muy alta y soy miope y una serie de cosas que en principio me hacen más retraída que el resto y me cuesta mucho soltarme, pero bueno, al final lo salvo. Cuando acabé la carrera hice un máster de radio y televisión porque a toda costa quería radio. Claro que el master incluía tele sí o sí y al final a partir de ese máster ya hice prácticas, me formé en tele y acabé aquí. Pero en principio no tenía pensado hacer televisión.

¿Qué significa para usted Ana Rosa?

Pues le tengo que dar las gracias por permitirme estar a su lado durante tantos años. Para mí era un referente desde antes de trabajar con ella y era un sueño estar en su productora por infinidad de cosas. Por lo que simboliza y representa ella periodísticamente y porque es un seguro de vida dentro de la profesión ya que, al final, es una productora que está triunfando y produciendo muchas cosas. Los periodistas siempre tenemos la incertidumbre de si podemos seguir o no trabajando y, con ella y la productora tengo eso cubierto. Es para dar gracias a Dios, a todos los santos y desde luego a ella, a Ana Rosa. Es mi gran referente, aunque no nos parecemos mucho a la hora de comunicar. Ella es, sin duda, mucho más prudente que yo, es la calma personificada y yo soy muy impulsiva. Esa mesura es mi asignatura pendiente y más de una vez me han tenido que parar, soy pasional. Ella sabe contar hasta 10, yo no.

Pero eso no es malo, porque al final tampoco, imagino, le gustaría que le dijeran que es una copia.

No, no, por supuesto que no es malo, pero si tuviese que elegir una de sus cualidades me quedaría con su mesura. Yo es que hay veces que suelto hasta tacos.

Una última pregunta. ¿Conoce Ávila? ¿Vendrá a recoger el premio el día 13 de junio?

Sí por supuesto que conozco Ávila, además soy una apasionada del Camino de Santiago y sé que hay una de las rutas del Camino que pasa por Ávila y que tenéis una iglesia de Santiago donde se ordenaban los caballeros de la orden. Ávila es espectacular, a mí todo lo que sea patrimonial e histórico me alucina.Cuando me llamaron me pareció un honor y el lugar precioso. Además me parecen unos premios con una puesta en escena espectacular. Es todo muy visual y bonito. Sí lo conozco y sí iré a recoger el premio aunque, como madrugo tanto, lo que no podré es quedarme a dormir allí, pero sí, voy. Me hubiera gustado quedarme, la verdad.