Un dulce lleno de magia e ilusión

M.M.G.
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En los hogares de Ávila, como en el resto de España, se disfruta estos días del roscón de reyes, un dulce con mucha historia y cuyo ingrediente secreto ya no no lo es tanto: el agua de azahar

Un dulce lleno de magia e ilusión

No hay mañana del Día de Reyes sin roscón sobre la mesa. Desde hace siglos los desayunos de la fiesta más mágica y especial del año tienen sabor a un postre de reyes al que este año nos hemos acercado de la mano de Pan de Panes, una empresa cien por cien abulense de la que han salido estos días cientos de roscones para distintos puntos de España.

«El 80 por ciento de nuestra producción se va a Madrid», comienza a explicarnos Roberto Flores, propietario de Pan de Panes, que también vende sus productos en Segovia,Valladolid y Ávila, por supuesto.

Pero la producción no para en el tiempo que dura nuestra entrevista. Mientras charlamos conRoberto, José Manuel Martín, repostero de tercera generación y todo un experto en el arte de amasar y hornear, va dando los últimos retoques a los roscones antes de entrar al horno.

Antes ha preparado la masa que ha fermentado durante horas. Con forma de rosco y decorada con almendras, nueces, fruta escarchada y azúcar, los roscones se meten en un gran horno a 180 grados durante 18 minutos. Tiempo suficiente para seguir hablando de roscones.

«¿Los ingredientes?», nos responde José Manuel a nuestra pregunta. «Pues muy sencillos: harina de fuerza, huevo, azúcar, miel, ron y agua de azahar», los enumera el repostero, que nos explica que si bien los ingredientes son sencillos, la dificultad a la hora de preparar roscones estriba en controlar bien los tiempos, tanto los de fermentación como los del horneado. Un pequeño fallo en la cadena podría hacer que la masa cayera y no cogiera la textura necesaria.

Una vez horneados los roscones se rellenan (o no) para completar el trabajo. El relleno preferido, nos descubre Roberto, es el de nata. Aunque en Pan de Panes también los pueden rellenar de trufa, crema o chantilly (una mezcla hecha a partir de nata y crema). Bueno, o pueden no rellenarse, la opción más clásica de todas.

Para que todos podamos tener en nuestra mesa un roscón de reyes, los trabajadores de Pan de Panes, al igual que en tantos otros obradores de la provincia, han trabajando sin parar. «Los últimos días hemos trabajado 24 horas seguidas en tres turnos», explica Roberto, que nos sorprende diciendo que, en realidad, el día de menos trabajo para ellos es el 5 de enero. «Lo más gordo ya lo hemos hecho», cuenta. Y es que el trabajo del día 5 es el destinado a la producción que se venderá entre ayer y hoy en Ávila. Concretamente, en la pastelería La Moraña, de la calle Alfonso de Montalvo.

Y no podemos despedirnos sin hablar de la sorpresa del roscón, otro de los alicientes del postre, sobre todo para los más pequeños. «La metemos una vez horneados. En los rellenos, al abrirlos, y en los que no van rellenos, haciéndoles una pequeña abertura en la parte de abajo», asegura Roberto.

Para él, su equipo y todos nuestros lectores, feliz Día de Reyes.