Los trabajadores de Avilabús exigen al Ayuntamiento que medie

J.M.M.
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El primer día de huelga en el servicio de autobuses urbanos de Ávila se desarrolló con un seguimiento de la «totalidad» de la plantilla, una disminución en el número de usuarios y una manifestación que culminó ante la Casa Consistorial

Los trabajadores de Avilabús exigen al Ayuntamiento que medie - Foto: Isabel García

La primera jornada de huelga en el servicio de autobuses urbanos de Ávila, Grupo Avanza Avilabús, culminó con el respaldo de la «totalidad» de la plantilla, integrada por 42 trabajadores, y una manifestación que tuvo lugar a media tarde en la que participaron la mayor parte de ellos acompañados de familiares y representantes sindicales (con presencia de alrededor de medio centenar de personas), que se desarrolló entre la plaza de Santa Ana y el Mercado Chico, donde los delegados de personal expresaron sus reivindicaciones y manifestaron el apoyo que se les había trasladado desde la ciudadanía abulense en este primer día de paro. A su vez, mostraron su disposición a continuar con estos paros, que continuarán este miércoles, y reclamaron al Ayuntamiento de Ávila, con petición incluida de «dimisión» del alcalde, que ejerza su papel de mediador para que se llegue a una solución en este conflicto que mantienen con la empresa en la negociación del convenio colectivo.

El paro matutino arrancó a las 7,00 horas, y en el momento en que se abrían las cocheras ubicadas en el polígono industrial de Las Hervencias para que saliesen a la calle los autobuses de los servicios mínimos fijados por el Ayuntamiento de Ávila, se concentró un grupo de trabajadores formando un piquete informativo y portando una pancarta en la que se podía leer: «Por un convenio justo servicios públicos de calidad». 

Según explicó José Sánchez Mories, delegado sindical del Sindicato Libre de Transporte (SLT), se mostraron «sorprendidos» ante el despliegue policial que «ha preparado el Ayuntamiento de Ávila» con presencia tanto de agentes de Policía Local como de Policía Nacional, a pesar de que habían advertido tanto al Ayuntamiento como a la empresa el pasado viernes de que no iba a haber presencia de compañeros de otras provincias. En esos momentos iniciales se vivió cierta tensión, «con un poco de nervios», y afirmó que «la Policía no nos ha dejado ejercer nuestro derecho a informar a los compañeros» ya que, a su juicio, con esa presencia policial lo que se quería conseguir era «intimidar» a los trabajadores. Una presencia policial que ya «desde por la noche vimos que era desorbitada» en los alrededores de las cocheras, apuntó. Más allá de esas circunstancias, los servicios mínimos se prestaron con relativa normalidad, aunque con cierto retraso por la mañana, según se aseguró desde la empresa. Durante esas tres horas en los que se prolongó el paro de la mañana, los trabajadores de Avilabús compartieron trayectos con los usuarios y, según afirmó José Sánchez Mories, «han comprendido perfectamente nuestras reivindicaciones y les estamos muy agradecidos».

Ya por la tarde, a partir de las 16,00 horas (momento en que comenzaba el segundo tramo de paro de la jornada que se prolongó hasta las 19,00 horas), se concentraron en la plaza de San Anta, para partir a las 17,00 horas, en manifestación por las calles del centro de la ciudad, realizar un recorrido que se prolongó durante algo más de una hora que culminó en la plaza del Mercado Chico. Su objetivo, expresó Sánchez Mories, era reivindicar delante del Ayuntamiento de Ávila «que tiene que estar como mediador en el conflicto, ya que es un servicio público, y el conflicto que tenemos la empresa y los trabajadores está bloqueado, y el Ayuntamiento tiene que mediar para que se llegue a una solución y no provocar el problema que estamos causando a los ciudadanos de Ávila».

Sánchez Mories insistió en que «desde el viernes que nos llamó para un último intento antes de la huelga» la empresa no se había vuelto a poner en contacto con ellos. Sobre esa reunión precisó que «nosotros pensábamos que venía con unas intenciones claras para intentar desconvocarla, pero el ofrecimiento que nos hizo era una subida de medio punto solo, que era irrisorio».

A su vez, Sánchez Mories insistió en que «nosotros desde el principio de la negociación hemos hecho unas reivindicaciones que consideramos justas después de diez años de pérdida de poder adquisitivo, con una subida salarial más o menos del 6,5%, y una reducción de jornada anual de 38 horas, porque estamos trabajando más de 50 horas de lo que es la media del sector nuestro a nivel regional».

También se mostró crítico con los servicios mínimos, y dijo que «lo que no se entiende es que el Ayuntamiento quiera dar servicio a toda la zona centro y barrios como Las Hervencias o el Pinar se queden sin servicios, porque no tienen otras líneas para poder coger los autobuses y los han dejado aislados totalmente». Hay que recordar que durante las horas de paro, los servicios mínimos consistían en la presencia de un autobús en las líneas 1, 3, 5 y 6, mientras que en las líneas 2 y 4 no había ningún servicio.

Al mismo tiempo, y aunque no disponían de cifras de usuarios en esta primera jornada de huelga, si que recalcó que «hemos notado que han bajado bastante» y también criticó que «ha habido mala información por parte del Ayuntamiento, y los ciudadanos, al haber un autobús por línea, se pensaban que era el horario de los domingos, y creo que el Ayuntamiento se ha equivocado también a la hora de informar».

Predisposición de la empresa. Desde la empresa, Cristina Martín, gerente de Avilabús, aseguró tras el paro que tuvo lugar de 7,00 a 10,00 horas los autobuses circularon con normalidad. En cuanto al número de usuarios que hubo en este primer paro convocado por los trabajadores precisó que «de momento no tenemos datos», lo que sí aprecieron es que «ha habido menos usuarios que otros días, porque la gente estaba avisada, pero hasta mañana (por este martes) que se puedan leer las máquinas esos datos no estarán». Habitualmente en un día de diario son unos 5.000 los usuarios que emplean los servicios de Avilabús.

En cuanto al funcionamiento de los servicios mínimos, Cristina García precisó que los autobuses «han salido un poquito tarde», pero luego la situación se ha normalizado.

La gerente de Avilabús recalcó que «por parte de la empresa existe toda la predisposición del mundo» para llegar a un acuerdo «pero las posiciones están bastante alejadas en este momento», y mostró su deseo de que «se resuelva pronto».