Gael, Alexa, Guillermo y Laura pasaron este lunes por el ParqueInfantil de Educación Vial de Ávila. Lo hicieron junto al resto de sus compañeros de tercero de Infantil del colegio Cervantes de la capital abulense y en una jornada muy especial, ya que con la visita de estos pequeños de 5 y 6 años este espacio dependiente de la Policía Local clausuraba el curso de este año. Ellos pusieron el broche a una actividad que tras casi dos años marcados por la pandemia este curso ha recuperado su parte presencial, permitiendo que más de 2.000 escolares de distintas edades y de centros de toda la provincia hayan pasado por el parque de Educación Vial situado en San Antonio. 

«Queríamos poner en valor la actividad que se desarrolla y que hemos vuelto a recobrar después del parón obligado por la pandemia», explicó el teniente de alcalde de Seguridad, José Ramón Budiño, en la jornada de clausura de este curso gracias al cual los niños se han formado «por un lado como peatones, en materia de educación vial, y también como usuarios de la calzada», teniendo en cuenta, señaló el responsable municipal, que cada vez a una edad más temprana los jóvenes circulan por la calzada ya bien sea en bicicleta o en patinete eléctrico. «Es fundamental que los niños tengan unas nociones básicas de educación vial», ahondó en esa idea. 

Apuntó así mismo el teniente de alcalde de Presidencia, Interior y Cultura que el con esta actividad el Ayuntamiento de Ávila también participa en el programa europeo de educación y formación en materia de educación vial. «Estamos convencidos de que este parque va a ser referencia para toda la provincia y para todos los centros educativos en formación», afirmó Budiño. 

Además de formar en educación vial, y sobre todo en el caso de los más pequeños, en el parque infantil de educación vial de Ávila también se informa a los escolares de la necesidad de aprender su dirección y el teléfono de alguno de sus padres para que en caso de que se pierdan puedan localizar con facilidad a sus familias. De hecho, para llegar a los más pequeños, la responsable de este espacio municipal, Margarita Martín, cuenta con una nueva compañera:Rosi, una marioneta  que «va a ser una ayuda sin duda fundamental para captar la atención de los más pequeños». «Ella se va a encargar de que los más pequeños sepan qué tienen que hacer si se pierden, una situación que puede ser menos preocupante si desde edades tempranas los niños aprenden su dirección y el número de teléfono de algún familiar», apuntó la responsable del parque que también animó a los padres a ayudar a que sus hijos memoricen esos datos. «Hay que tratar de enseñarles esa información porque con estas edades son esponjas y se lo aprenden muy fácilmente y es muy importante sobre todo si salimos fuera de Ávila y un niño se despista y se pasa muy mal».