Si hay algo que hace únicos a los municipios del medio rural es la lucha por sus tradiciones, aquello que forma parte de lo que somos ahora pero que a veces podemos llegar a olvidar. Pero Candeleda no quiere que esto suceda y mucho menos la Asociación Cultural Pedro Vaquero que, con la colaboración delAyuntamiento, llega a la decimotercera edición de su recreación de bodas tradicionales.

Este fin de semana fue el turno para Cristina y Rubén, los novios que se encargaron de poner la imagen a las bodas tradicionales, aunque lo hicieran acompañados de vecinos y visitantes que siempre acuden a ver una cita tan vistosa y prácticamente emotiva.

Según explican desde la asociación, lo que se pretende es traer al presente aquellas bodas de nuestros abuelos y bisabuelos que tenían dos características diferentes. Se trataba de todo el ritual de vestir e ir por la calle de ronda, con el acompañamiento musical. 

En esta ocasión, una vez más se eligieron dos espacios para la recreación, el Bar El Baile y la Casa de Laura Garro, los dos lugares en los que vestirse los novios. Es decir, sus casas. Lo primero es vestir al novio para después pasar a recoger a la novia con todo el acompañamiento y dirigirse al lugar de la ceremonia. No faltan las rondas de boda con los cantos alusivos a la misma.

Además se hizo la representación de la ceremonia, incluyendo una parte tradicional que ahora se mantiene solo en el rito mozárabe que es poder el velo y el yugo. Consiste en colocar la mantilla por encima de los hombros y la cabeza de los novios así como un cordón simbolizando que son uno.

Después ya llega el momento de la mes con los dulces y limonada para disfrutar los presentes, así como el baile de la manzana, en ese recuerdo antiguo del momento en que los novios bailaban juntos y después había que pagar para bailar con la novia.

En definitiva, lo que se hizo fue, una vez más, la representación del matrimonio tradicional, para lo que los novios pudieron elegir sus padrinos, cortejos y cómo querían ir vestidos. Es una fiesta para ellos, sus familiares y también para la gente del pueblo y fuera que deciden acompañarlos.

La Asociación Cultural Pedro Vaquero cumplió de nuevo su objetivo de mantener viva esta tradición, por lo que deja un agradecimiento especial al Ayuntamiento de Candeleda y a los vecinos por su apoyo.