Dicen que la experiencia es un grado y a este título de 'graduados' es al que precisamente optan los participantes en el Programa Interuniversitario de la Experiencia, que pone en marcha la Junta de Castilla y León con universidades de la región para dar a las personas mayores la posibilidad de acceder a la cultura y la ciencia como una fórmula de crecimiento personal y de interacción social.  

En el caso de la capital abulense la formación llega a través de la Universidad de Salamanca (USAL), con su campus abulense donde este jueves tuvo lugar la inauguración oficial del curso, con una conferencia a cargo de Sonsoles Sánchez-Reyes, doctora por la USAL y delegada del rector en el campus de Ávila.

Francisco Javier Rubio Muñoz, director del programa de la Universidad de la Experiencia, acudió a la inauguración oficial del curso 2022/2023 en la sede de Ávila, donde las clases ya han empezado. Pero no se quiso dejar pasar la oportunidad de una inauguración con una charla, con los alumnos y representantes de la universidad, el Ayuntamiento y la Gerencia de Servicios Sociales.

La nueva coordinadora del programa en Ávila, Natividad Serrano, explicó que están «muy contentos este año porque volvemos a los tiempos prepandemia. Hemos tenido más de 130 alumnos matriculados en diferentes itinerarios y la gente tiene muchas ganas de comenzar». «Será un buen curso», auguró.

Recordó que hay dos itinerarios, el de Ciencias y otro de Cultura y Sociedad, y luego hay materias comunes. Se ha comenzado con Historia de España y Reto Energético, «que está teniendo mucho éxito por el momento que estamos viviendo y resulta muy interesante».

En cuanto a la conferencia inaugural, Sonsoles Sánchez-Reyes, que consideraba un honor hacerse cargo de esta intervención, explicó que se iba a hablar de «mitos en la literatura universal», entresacando «algunas curiosidades de personajes muy famosos, muy conocidos de la literatura y que todos los estudiantes que tenemos aquí los conocen de su infancia y se los cuentan a sus nietos». Sin embargo, reflexionó, tienen «detrás alguna historia real curiosa, en algunos casos sombría, un tanto ominosa, pero que no deja a nadie indiferente».

Los alumnos de la Universidad de la Experiencia, dijo, «son un público magnífico, muy agradecido, muy curiosos. Son personas con mucho afán de aprender y muchas veces no se tiene claro quien enseña y quien aprende». Señaló que, en ocasiones, los mismos profesores salen de las clases con más conocimiento y experiencia a través de lo que cuentan los alumnos, de sus preguntas e intervenciones. Por ello, cree que «realmente es una experiencia, no solo para ellos, sino para nosotros, como una experiencia vital que los profesores disfrutamos muchísimo».