Dos jóvenes rebuscan en las cajas de vinilos, aunque tienen claro lo que quieren. «La música de antes valía más que la de ahora», comenta el chico con una sonrisa mientras sigue pasando discos de los años 70 y 80. En la primera jornada de la Feria del Disco, Cómic y Coleccionismo que se desarrolló este fin de semana en Ávila ya se había llevado media docena de vinilos y algunos CD, pero decidió volver el domingo para llevarse unos últimos ejemplares que poner a sonar en el tocadiscos que se quedó de su padre. Este formato de música «suena mejor» que cualquier dispositivo digital, nos cuenta, mientras su acompañante asentía con la cabeza. Ella había comprado vinilos de Queen y Michael Jackson y también estaba dispuesta a seguir aumentando su colección, pese a que todavía no tenía el reproductor. «Pero lo voy a tener», aseguraba convencida.
El responsable del expositor, con tienda en Madrid, nos confirma que el vinilo lleva varios años «en auge», sobre todo de música española, como Julio Iglesias, Juan Pardo o Mocedades, la más demandada por la gente que pasa de los 50 años, aunque también los jóvenes están sabiendo apreciar la calidad del sonido y las sensaciones únicas que ofrece un disco físico. «Sobre todo se busca la segunda mano; también hay reediciones de música nueva, pero no suenan igual», explica.
Y así entre discos de los Rollings, Pink Floyd o Mecano, pasando por Oasis o AC/DC, transcurre la última mañana de la Feria del Disco, Cómic y Coleccionismo de Ávila, un evento que acaba de cumplir su décima edición y que ofreció mucho más que vinilos y CD a buen precios, desde un euro, aunque también se ofrecieron objetos más exclusivos que rondaron los 300. Bandas sonoras de películas y cine, tebeos de Zipi y Zape o Mortadelo y cuadros relacionados con el cine y la música convivieron durante horas con videojuegos, figuras de Playmobil, Lego y Star Wars, manga, libros, camisetas y hasta objetos ambientados en Halloween, sin olvidar los discos de pizarra.
Desde la organización se valoró la «buena respuesta» dada a la feria que, un año más, llegó de la mano del Ayuntamiento de Ávila y la Asociación para la Organización de Ferias y Certámenes Discográficos (Asofed) e incluyó cerca de 50.000 referencias discográficas y del mundo del coleccionismo. También hubo novedades, como un expositor llegado desde Soria con cuadros originales, además de otras propuestas llegadas de Madrid, Urueña (Valladolid) y Barcelona.
Carlos Ramírez, de Asofed, mostró la intención de seguir celebrando la feria en Ávila, al tener claro que se «trata de trasladar la cultura a la ciudad, y en este caso una cultura popular, para todos los gustos, edades y bolsillos». Todo ello, además, con «n contenido muy atractivo», desde cosas más habituales y actuales a otras «más raras y descatalogadas», lo que seguro hizo las delicias de los amantes de la cultura y el arte.