Azul y amarillo por una buena causa

M.M.G.
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Los alumnos de tercero C del IES Isabel de Castilla venden pulseras para recaudar fondos con los que ayudar a los refugiados ucranianos que están llegando a Ávila

Azul y amarillo por una buena causa - Foto: David González

Que no se diga que la juventud no se mueve. Que no se preocupa por los demás. Los alumnos de tercero C del IES Isabel de Castilla son un claro ejemplo de que los jóvenes se preocupan por los demás. Hasta el punto, incluso, de poner en marcha una ambiciosa campaña de elaboración y venta de pulseras con la que recaudar fondos a quien más lo necesita en estos momentos: los refugiados ucranianos que, debido al horror que se vive en su país, van llegando al nuestro en busca de paz.

Belén, Victoria, Carolina, Ana, Paula... Y así hasta más de 20 estudiantes de entre 14 y 15 años quisieron ir un pasito más allá y, después de que su centro escolar realizara varias acciones para mostrar su solidaridad con Ucrania y animados por su tutora,Isabel Moya, se animaron unos a otros para comenzar a recaudar fondos.

¿Y cómo hacerlo?, se preguntaron. Pues confeccionando ellos mismos unas sencillas pulseras para vender no sólo entre sus compañeros y profesores, sino también entre todas aquellas personas que quisieran poner su pequeño granito de arena a favor de la causa.

«Isabel hizo el primer pedido de materiales», nos comenta Ana, la encargada de la cuenta de Instagram que abrieron rápidamente para poder contarle al mundo su proyecto.

Así que con los hilos y las cuentas en las manos se pusieron todos manos a la obra. Tanto se volcaron en ello que dedicaron todos sus recreos y muchas de sus tardes libres en casa a confeccionar las pulseras. En cuatro días fabricaron 300, pero su objetivo era mucho mayor: querían llegar a las mil.

«No sabíamos la respuesta que íbamos a tener, y queríamos tener stock», apunta la tutora del grupo, muy implicada también en la iniciativa y orgullosa, como la directora del centro, Aída Márquez, de la respuesta del grupo.

Finalmente llegaron a las mil pulseras, por supuesto. Y rápidamente comenzaron también a venderlas. Por un precio simbólico de 1,5 euros, los chicos venden aún un complemento que, como no podía ser de otra manera, está realizado con los colores de la bandera ucraniana, azul y amarillo, a los que han querido sumar el blanco como símbolo de su deseo de paz.

De momento ya han vendido cerca de 600 pulseras y llevan una recaudación cercana a los 900 euros. Pero lo ideal, por supuesto, sería acabar con el stock y poder engordar esa cifra.

Para ello, han pedido permiso para poder vender sus pulseras en algunos de los comercios del barrio. Así, pueden encontrarse en el Bar Nueva Roca, Librería Letras, Juguettos, Moisés Martín, recambios Juanra, Dedal, Imagen, Korai, Musicamos y el estanco de la estación de tren.

¿Y qué es lo que van a hacer con el dinero?, les preguntamos. Su idea pasa por entregarlo a Cruz Roja Ávila. «Vimos que empezaban a llegar aquí muchos refugiados y que les atendía Cruz Roja, así que el dinero será para ellos», se refieren a Cruz Roja, una ONG de la que hablan maravillas por el mucho apoyo que les han dado con su idea.

Habrá que esperar algunas semanas para conocer la cifra final recaudada. Porque a la venta de pulseras los chicos sumarán también la 'Pulsera 0', la hucha en la que reciben las aportaciones voluntarias de los que se quieren sumar a la causa de esta manera.

Mucha suerte, chicos, y enhorabuena por la iniciativa.