Editorial

El rendimiento turístico del Puente de Mayo

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Semana Santa, Día de la Comunidad y ahora, sin solución de continuidad, este fin de semana llega el Puente de Mayo. En esta ocasión el calendario no ha dado descanso  para unir unos puentes festivos con otros y esa situación, sin duda, se va a dejar sentir en los bolsillos de unos ciudadanos que están sufriendo en los últimos meses el encarecimiento desmedido de unos precios que ha afectado a todos los ámbitos de la vida.

Ante este panorama, lo que hacía presumir un largo puente propicio para la presencia multitudinaria de turistas en Ávila y su provincia, hace que de momento la perspectiva no sea tan halagüeña, al menos para el sector hotelero. La proximidad de la Semana Santa y esa crisis de precios que toca al bolsillo de la ciudadanía ha hecho que la gente se lo esté pensando más a la hora de apostar por un destino de interior como Ávila, y aunque se apele a la escapada de última hora, todo apunta que será un puente más tranquilo de lo esperado para los hoteles. 

Mejores expectativas tienen los hosteleros, ya que la celebración del Día de la Madre refuerza las reservas para el domingo, mientras que para el resto de días, la proximidad con Madrid y el buen tiempo que se anuncia parecen garantizar que al final se conseguirán unas buenas cifras.

Lo cierto es que a la hora de realizar estos análisis se deja pasar por alto que Ávila vive estos días sus fiestas patronales en honor a San Segundo, una celebración que arrancaba este viernes con el pregón pronunciado por Juan Parra Cáceres en la ermita del santo y que vivirá su día grande este lunes, 2 de mayo. Sin embargo, estos festejos no se logra que tengan una repercusión más allá del ámbito local, donde además comparte protagonismo con los festejos del populoso barrio de San José Obrero, y lo que debería ser un motivo para ofrecer un programa festivo y cultural si no amplio, sí al menos con alguna cita puntual que lograse atraer la atención más allá de la provincia de Ávila, acaba siendo una modesta propuesta que además tampoco tiene un atractivo multitudinario para la propios abulenses.

Quizá habría que plantearse una revisión de estas fiestas, y más teniendo en cuenta las fechas en las que se celebran, coincidiendo siempre con estos días festivos de mayo, para darles el empaque que merecen y ofrecer una atracción mayor en unos días que están llamados a ser propicios para las escapadas turísticas.

En cualquier caso, se presenta un puente ideal para disfrutar de la provincia de Ávila, donde la oferta de actividades y actos, más allá de los valores propios que atesora esta tierra como su patrimonio, su naturaleza y su gastronomía, serán numerosos, y no solo en la capital. Arévalo, Arenas de San Pedro o La Adrada organizan eventos que están llamados a centrar la atención de mucha gente. Lástima que ese ambiente que se viva en las calles luego no tenga su repercusión con una masiva ocupación hotelera.