Pablo Casillas

El Corrillo

Pablo Casillas


¿Es la culpa del centro derecha?...

24/11/2020

Eso dicen algunos sesudos intelectuales, politólogos, periodistas, así como tertulianos televisivos y de radio. También gente de la calle.
 Todos los días, escuchamos y leemos que la culpa de lo que está haciendo Pedro Sánchez y su Gobierno es del centro derecha. Dicen, incluso, que la posibilidad de que se perpetúe en el poder es del PP, Vox y Ciudadanos, que se tendrían que agrupar.
Todo menos atribuir la culpa, la responsabilidad, a quien verdaderamente la tiene.
He dicho, y está escrito, que a la hora de votar hay que procurar que tu voto no se vaya a la papelera. Ahora bien, la libertad del individuo hace que pueda votar a quien le plazca, aun cuando sea en contra de sus propios intereses. Y en democracia puede haber cuantos partidos se acomoden a la Ley. Con lo cual, el resultado de unas elecciones siempre estará condicionado por los partidos que concurran a las elecciones y por la voluntad de cada votante, individualmente, y en el cómputo global.  
Sin duda, los votantes y los partidos del  centro derecha deberían, deberíamos, obrar ahora con sentido común y práctico de las cosas. Pero de ahí, si se equivocan, -o nos equivocamos- a que tengan –tengamos- la culpa de lo que en éste momento esté haciendo Pedro Sánchez, su Gobierno, así como el PSOE, Podemos, y sus votantes, hay un abismo.
Miren, cada cual, individualmente, pero también a veces colectivamente, tiene la culpa de sus propios actos y de las consecuencias que generen,  que no pueden achacarse a otros para que sirvan de exculpación.
Desde el punto de vista colectivo, como ejemplo dramático, resulta que la sociedad española lleva sufriendo más de 50 años la culpabilidad que nos atribuyen los etarras y su entorno para justificar los cientos de asesinados y miles de extorsionados y amenazados, que ha dado lugar al mayor éxodo político acontecido en Europa después de la terminación de la II Guerra Mundial. 
Dicen tales personas que el terrorismo es justo, que es la legítima respuesta a la opresión que sufre el pueblo vasco. ¿Qué opresión? Ninguna. Vil y miserable conducta es la que realizaba ETA, que no ha desaparecido, pues que se perpetúa con Bildu. La propia Iglesia Vasca ha justificado y justifica a ETA y lo hace culpabilizando a las víctimas.  Las recientes declaraciones del cura párroco de Lemona, arropado por la Diócesis, así lo evidencian. Diré, que no puede ser menos católica tal conducta, injustificable.   
Individualmente, también se auto justifica el violador, el maltratador, que atribuye a la víctima la agresión. Y así sucede en otras esferas de la vida. 
Nada hay más inhumano e injusto que atribuir la culpa de los actos que realiza cada cual, de sus efectos y consecuencias, a un tercero, que es simple pagano.
Lo que está sucediendo en la actualidad en el Gobierno de España, y en el propio PSOE, lo que vaya a suceder en el futuro si Pedro Sánchez sigue gobernando, no podrá ser atribuido al centro derecha y a sus votantes.
Claro que deberían ser más pragmáticos los partidos de centro derecha, y mucho más los votantes de esos partidos, pero en modo alguno se les puede atribuir responsabilidad o culpabilidad personal o política porque tal no suceda. 
Mal hacen los votantes y simpatizantes del centro derecha, los intelectuales, politólogos y periodistas, en centrar las culpas en el hecho de que no haya tal unión. Donde deben dirigir las críticas, la culpa de lo que se haga mal, es al Gobierno y a los Partidos que lo componen, así como a los que les permiten su dislate.
Véase, además, que aun cuando se produjera una unión del PP, Vox y Cs para concurrir a próximas elecciones ello no sería garantía absoluta de recibir todos los votos, toda vez que en éste momento la situación está tan polarizada en el centro derecha que podría suceder que hubiera personas que no votasen a la agrupación de partidos. 
Se podrá, en suma, hacer sugerencias, proponer, la unión del centro derecha en aquellas  circunscripciones donde puedan sumar los votos, en lugar de restar, ello en aras de lograr un cambio de gobierno y por lo tanto de dinámica social y política, pero lo que no podemos ni debemos hacer es culpabilizar a los Partidos de centro derecha porque no lleguen a tal pacto, y mucho menos les podemos culpabilizar de lo que haga Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, el Gobierno, así como los afiliados y votantes de los partidos en los que militan. 
Si se actuase con inteligencia y sentido común, a la hora de votar, y no con las vísceras, se podría dirigir el voto hacía aquel partido que tuviera más posibilidades de obtener un resultado positivo para el interés común. Pero ahí queda la cuestión, no puede ir más lejos.   
Así las cosas, toda la actividad, social y política, todo nuestro empeño, ha de centrarse en denunciar a quien tiene de verdad la culpa de lo que está sucediendo, que no es otro que Pedro Sánchez y su Gobierno social comunista, con Podemos.
Más allá de lo que hagan, hagamos, aquellos que nos consideramos en éste momento votantes de centro derecha –ojalá que tuviéramos un PSOE social demócrata, como era el de Felipe González, que permitiera también esa opción de voto-, deben ser mayoritariamente los socialistas los que aborden y den solución al problema que ha generado su Secretario General, ahora Presidente del Gobierno.
De poco sirve que los Partidos de centro derecha, sus votantes, hagan legítima oposición si resulta que los únicos que pueden evitar la deriva de Pedro Sánchez y su Gobierno son los propios socialistas, sus votantes. 
P.D.- El más claro ejemplo de lo que afirmo, son los pactos del Gobierno con Bildu. Responsabilizan a la derecha, en lugar de asumir su miserable actuación.