Vicente García

El buitre de colores

Vicente García


Vencejos, golondrinas, aviones y aguas con nitratos...

09/06/2022

Se acaba de celebrar el Día Mundial del del Vencejo; un acontecimiento que se celebra desde el año 2019 y que generalmente pasa desapercibido en nuestra provincia. Por suerte, en esta ocasión se ha hecho más eco que de costumbre y se han realizado diversos actos conmemorativos y montados algunos puestos de observación y talleres para dar a conocer mejor estas aves fascinantes.

Nuestra ciudad amurallada posee una gran e interesante colonia que tuvo una mala época hace ya unos cuantos años cuando se taparon sus nidos para restaurar las murallas en plena época de incubación y cría. Fueron malos momentos para ellos y aunque ya pertenece al pasado, es algo que conviene no olvidar. Posteriores restauraciones taparon también muchos de los nidos, pero se dejaron unos pocos casi de manera testimonial. 'Algo es algo', como dice la expresión popular…

Ávila no sería la misma sin sus vencejos. El vuelo estridente de sus bandadas entre las callejuelas y el entorno amurallado nos ofrece todo un espectáculo digno de la contemplación. Sus carreras en grupo salvando obstáculos a toda velocidad muestran su capacidad de moverse en el aire gracias a su cuerpo aerodinámico perfecto que el ser humano ha copiado para el diseño de los aviones más eficientes.

Pero no hay que olvidar que los aviones nos libran de miles y miles de mosquitos que nos acribillarían durante el verano, ya que su capacidad de caza en el aire es enorme y durante la época de cría son capaces de capturar más de mil artrópodos diarios. No hay más que "hacer cuentas" y veremos los enormes beneficios que confieren a los abulenses. Una sola familia de estas aves puede llegar a ingerir hasta cuatro kilos al año, configurándose como uno de los mejores insecticidas naturales.

La vida del vencejo es casi totalmente aérea. Nunca se posan en el suelo y en pocas ocasiones lo hacen en cornisas y nidos excepto para alimentar a su prole. Incluso duermen en el aire. Sus alas son tan largas y sus patitas tan cortas que si se posan en el suelo no podrán levantar el vuelo salvo en casos muy raros y excepcionales en los que algún adulto ha sido capaz de hacerlo. Eso sí, si encontramos alguno de ellos en el suelo no debemos lanzarlo al aire sin comprobar si está herido o es un pollo que apenas puede volar. En caso de ser un adulto sano mejor es que sea él el que se lance al vuelo desde nuestras manos situándolas lo más elevadas del suelo que podamos.

También en nuestra ciudad tenemos una pequeña colonia de aviones que hace las delicias de los observadores. Fáciles de distinguir de los primeros no sólo por su vuelo algo más lento, sino también por sus alas más cortas y pecho blanquecino. Sus nidos de barro son casi perfectos y los hacen bajo aleros de tejados protegidos de la lluvia.

Además las golondrinas, mucho más escasas en la ciudad por no encontrar lugares apropiados para anidar (suelen hacerlo en pajares y casas abandonadas de pequeños núcleos rurales) pueden ser observadas aún posadas sobre algunos cables deleitándonos con su inconfundible y sonoro canto.

Debemos recordar que como todos los insectívoros están protegidos por la ley bajo diversas normativas y el hacerlos daño e incluso romper uno de sus nidos puede acarrear serias multas, aunque eso sí, la conciencia ciudadana cada vez es más empática con estos seres y se les cuida no por las sanciones que ocasiona su maltrato o destrucción, sino por educación y evolución cultural y ambiental.

Vencejos, golondrinas y aviones a veces se acercan al atardecer en busca de insectos a nuestro río; también lo hacen sobre el embalse de Las Cogotas y el de Fuentes Claras, sobre el que por cierto, el Ministerio de Transición Ecológica acaba de emitir un informe indicando que está contaminado por nitratos; algo que no ha sorprendido a nadie de los que pateamos y vivimos el río. Eso sí imagino que a los "expertos del agua" que aconsejan ese lugar para abastecimiento y que bebamos de ahí previo tratamiento, sí que les habrá resultado sorprendente, tanto como a mi que elijan ese agua en origen putrefacta, para que se inyecte a nuestros grifos. Eso sí, a lo mejor con este informe del MITECO se abordan por fin soluciones efectivas, comiencen a controlar los nitratos procedentes de río arriba, y se solucione el problema de las aguas residuales que van a parar tanto al cauce como a este embalse de nombre pulcro y contenido vomitivo. :-()