Calentando motores

M.M.G.
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El Vía Crucis de las Cofradías de Ávila dejó este sábado en las calles del centro de la ciudad estampas propias de la Semana Santa que llama ya a las puertas

Calentando motores

Sumergida aún en el tiempo de Cuaresma, Ávila vivió este sábado una tarde más propia de la Semana Santa que llama ya a la puerta gracias al Vía Crucis de las Cofradías, que organizaban conjuntamente la Delegación de Cofradías de Ávila y la Junta de Semana Santa.

Si el año pasado, en la primera edición de esta cita, fueron los jóvenes cofrades los encargados de planificar un Vía Crucis anticipado (sacando a las calles de la ciudad la imagen de la Virgen de la Caridad y la Cruz de los Jóvenes), en esta ocasión fueron las cofradías en conjunto las que invitaron a los fieles a sumarse a la cita.

Por ese motivo, la tarde del sábado procesionó por Ávila la imponente imagen del Cristo de las Murallas, «el Cristo de todos», decía uno de los penitentes que conformaron la procesión.

La Catedral de El Salvador fue el punto de partida de este Vía Crucis adelantado, en el que también salió la Cruz de los Jóvenes.

De hecho, ésta fue la encargada de abrir paso alCristo en un recorrido que llevó a los participantes a realizar las 14 estaciones penitenciales, protagonizada cada una de ellas por una hermandad o cofradía distinta. Suerte que en Ávila se cuenta con 14 agrupaciones de estas características.

Al compás de la música que nacía de los instrumentos de parte de la Banda de Música de Ávila, la comitiva encaminó sus pasos hacia la plaza de José Tomé, para continuar después por calles tan céntricas como la plaza del Teniente Arévalo, la calle Pla y Deniel, la de Pedro Dávila o la calle Caballeros para, desde allí, y después de cruzar la plaza del MercadoChico, comenzar el camino de regreso a la Catedral  de El Salvador por las calles Comuneros de Castilla,Reyes Católicos y Alemania.

Lo cierto es que fueron muchos los turistas que pudieron contemplar el paso de la comitiva. El puente por el Día del Padre en la vecina comunidad de Madrid hizo que las calles de Ávila se llenaran de visitantes que se sorprendieron y admiraron esta procesión adelantada en el tiempo.