La supervivencia de las escuelas rurales resulta cada vez más difícil debido principalmente a la escasez de familias jóvenes con hijos. Sin embargo, hay municipios que viven una verdadera contradicción:  teniendo población en edad escolar se las ven y se las desean para mantener abierto su colegio porque las familias de esos niños optan por llevarles al más cercano, que no  siempre coincide con el que corresponde al término municipal en el que residen. Es lo que durante años ha venido ocurriendo en Maello, que además del casco urbano principal -en el que se encuentra la escuela- posee siete urbanizaciones en las que viven familias con niños que principalmente han estado escolarizados en el colegio de Sanchidrián, cabecera del CRA Tomás Luis de Victoria, con un alumnado mucho más numeroso que el de Maello, que les queda más lejos.

Desde un principio, la actual Corporación municipal puso todo su empeño en que esos niños estuvieran matriculados en la escuela de Maello precisamente para garantizar la supervivencia del centro escolar, que hace menos de diez años estuvo en serio peligro precisamente por falta de alumnos. Y ese trabajo está dando sus frutos. Prueba de ello es que hoy por hoy son veinte los escolares matriculados allí -todo un récord-, de los que ocho son niños que viven en las urbanizaciones, así es que ahora el equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Maello quiere dar un paso más para afianzar la escuela: solicitar una ruta de transporte escolar que lleve cada día a los alumnos hasta el cole de Maello.

A cuatro meses de que se inicie el próximo curso, con suficiente antelación, ese ayuntamiento tiene previsto dirigirse a la Dirección Provincial de Educación para presentar la solicitud correspondiente y confía en que sea atendida en positivo. «Si la Junta de Castilla yLeón dice que apoya el medio rural y que lucha contra la despoblación no puede negarnos la ruta escolar porque ese servicio aseguraría la permanencia de nuestra escuela trayendo a ella a niños que viven en nuestro término municipal y que facilitaría mucho el día a día a sus familias»,  argumenta el alcalde, Javier García. 

La mayoría de esos niños son trasladados cada día por sus padres al colegio en vehículos particulares, lo que significa que recorren a diario los 22 kilómetros (ida y vuelta) que separan el casco urbano de Maello de urbanizaciones como Coto de Puenteviejo. Si bien es cierto que las familias «cuentan con ayudas al transporte escolar» que otorga la Junta de Castilla y León para paliar en la medida de lo posible ese esfuerzo, García considera que lo más adecuado es «que vayan al colegio y vuelvan a sus casas en autobús escolar».

Los últimos en incorporarse al colegio de Maello son tres niños ucranianos cuya familia se ha establecido en una de las urbanizaciones gracias a la generosidad del propietario de una vivienda, que se la ha cedido para que puedan rehacer aquí su vida tras la guerra. «Ellos van cada día en taxi hasta el colegio Maello y es el ayuntamiento el que está pagando ese servicio, pero no podemos costearlo eternamente, por eso creemos que lo justo es que haya una ruta de transporte escolar entre las urbanizaciones y el pueblo para que los niños que viven allí vayan al colegio del municipio en el que están empadronados sin que sus padres tengan que ponerse todos los días en carretera», reclama el alcalde de Maello, que apela al compromiso que dice tener la Junta de Castilla y León con las necesidades del medio rural.