El límite está en prevenir

B.M
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Aunque haya desaparecido la restricción de asistencia por la libertad de culto, la diócesis recuerda la distancia de metro y medio en el interior de los templos y todas las medidas de higiene y los aforos cuando no son actos religiosos en sí

El límite está en prevenir - Foto: David Castro

Tras el fin del estado de alarma desaparecen todas las limitaciones que afecten a derechos fundamentales, lo que incluye la libertad de culto y con ello las restricciones en los aforos de los templos. Esto es así por norma general pero la propia diócesis, consciente de la situación en la que estamos y de acuerdo a la actualización de la normativa, acepta de que hay que marcar ciertos límites, entre ellos la separación de no convivientes en el interior de los templos lo que, como ellos mismos reconocen, ya supone un límite en el acceso.

Ante estos cambios, desde la Vicaría General de la Diócesis de Ávila se ha enviado una circular a los sacerdotes, explicando los puntos fundamentales del acuerdo publicado para actualizar los niveles de alerta en el que se eliminan las restricciones de aforo de los actos de culto (misas, celebraciones de bodas, comuniones, funerales, etc.), que podrían volver a ponerse si la Junta lo solicita al Tribunal competente y éste lo concede. Esta circular recoge, además, las medidas que deben seguir llevándose a cabo de forma obligatoria en los templos para, en ningún caso, relajar las actuaciones encaminadas a la prevención, pues el virus sigue siendo una realidad. 

Como se ha indicado, las medidas recogen el mantenimiento de la distancia de seguridad interpersonal de metro y medio entre no convivientes, y la utilización obligatoria de mascarilla en todo momento, además de una correcta higiene de manos. Esto es lo que marca ya un límite de aforo que cada responsable de templos tendrá que calcular. Se facilitará en el interior de los lugares de culto la distribución de los asistentes señalizando, si fuese necesario, los asientos o zonas utilizables en función de la distancia de seguridad y se podrán establecer itinerarios para dirigir la circulación de las personas, evitar aglomeraciones y prevenir el contacto entre ellas.

Se pondrá en un lugar visible el aforo real de los templos, calculado una vez tenida en cuenta que la distancia entre personas que no conviven tiene que ser de ese metro y medio.

Hay que tener en cuenta que hay una serie de medidas de higiene y prevención que son exigibles a todas las actividades y que pasan por una limpieza y desinfección adecuadas a las características e intensidad de uso de los templos y locales, lavado y desinfección regular de los objetos y la ropa litúrgica, tareas de ventilación periódica, mantener la distancia interpersonal de 1,5 metros cuando se atienda a las personas y se pondrá a disposición de los fieles dispensadores de geles hidroalcohólicos o desinfectantes en lugares accesibles y vivibles y en perfecto estado de uso y siempre a la entrada de los templos. Se procederá a la limpieza y desinfección frecuente de cualquier tipo de dispositivo, así como de bancos, sillas, mesas o cualquier otro mobiliario o superficie de contacto que empleen distintas personas. Además no se permite el uso de agua bendita y durante el desarrollo de las reuniones o celebraciones se deberá evitar el contacto personal así como tocar o besar objetos de devoción u otros objetos que habitualmente se manejen.

otros momentos. En la labor habitual que se mantiene en las iglesias hay determinadas acciones que seguirán con medidas especiales para evitar contagios de covid-19.

Entre ellas se encuentran que, en entierros y funerales se mantiene la norma de primero dar sepultura al difunto y luego celebrar la misa de exequias hasta que se supere la crisis sanitaria.

Se permiten los coros pero estos deberán situarse a más de cuatro metros de los asistentes y mantener distancias interpersonales entre los integrantes, usando todos ellos mascarillas. En catequesis, se mantiene su actividad normal pero con las medidas de distancia e higiene habituales. Además, se abrirán los templos para facilitar a los fieles la oración personal según la costumbre de cada lugar, siempre respetando las distancias y medidas de seguridad e higiene, continuarán las actividades de pastoral juvenil respetando los aforos y también la acción caritativa y despacho parroquial con todas las normas de higiene, distancia y aforo.

En cuanto a la celebración de fiestas patronales, se podrán celebrar romerías y procesiones en las estas fiestas, siempre y cuando se obtenga el permiso de las autoridades civiles competentes (Delegación de la Junta de Castilla y León). Si las autoridades competentes consideran que no deben celebrarse por motivos de salud pública, no podrán llevarse a cabo.

Es posible celebrar conciertos en templos, pero previamente ha de solicitarse permiso al vicario general. Una vez concedido, el aforo permitido es de los conciertos no religiosos, no el permitido para el culto. Hay que marcar los lugares para sentarse con una distancia de 1,5 metros entre no convivientes y mantenerse las restricciones según el nivel de aforo. Esto quiere decir que ahora mismo, en alerta 4, sería con un tercio del aforo. En nivel 3, un 50 por ciento; en el 2, un 75, y sin restricción cuando estemos en el uno.

También hay límites cuando se trata de reuniones de trabajo, encuentros o conferencias de modo que en los niveles de alerta 3 y 4 se permite un tercio del aforo con un máximo de 30 personas; en el 2 el aforo es del 50 personas con el mismo límite de 30, mientras que en el nivel 1 se permitirá un 75 por ciento de aforo y se subirá a los asistentes a un centenar.