Navega el Real Ávila por aguas misteriosas, aún en la duda de ver y saber si el vaso está medio lleno o medio vacío. No se deciden los encarnados y cuesta decidirse, porque el empate de este fin de semana ante el Mirandés B tiene muchas lecturas. Y posiblemente todas acertadas, porque el 0-0 en Ence valdría por igual a todas ellas. A los que quieran ver un paso adelante del equipo, hasta la fecha incapaz de conseguir dejar su portería a cero y lograrlo ante un rival del peso y el potencial del Mirandés B, mucho más en su propio campo. A los que quieran ver en el empate un punto insustancial en un arranque de temporada marcado precisamente por la falta de victorias –cuarto empates en cinco partidos– y un inicio fulgurante de equipos como Atlético Astorga y Arandina, que han puesto la directa. Al menos de momento.      

Quería Borja Rubiato una portería a cero y lo conseguía en Miranda. No era sólo una cuestión de números, sino de sensaciones. El partido en La Albuera hizo mella en el equipo. No sólo fueron los dos goles del colista (2-2) sino la vulnerabilidad de un Real Ávila que precisamente destacó el curso pasado por la solidez. En cuatro partidos los del Adolfo Suárez habían concedido prácticamente la mitad de goles, 9, que en toda la temporada pasada, 25. Números que no hacían sino reafirmar esas raras sensaciones. Necesitaba recuperar la solidez un equipo que mostró una mejor cara en Miranda. Demandó Rubiato el esfuerzo de todos ante la salida a tierras burgalesas y encontró el compromiso que requería el partido y requerirá la temporada.

Mejoró la imagen del equipo, pero no le llegó para ganar. En otras circunstancias y situaciones un empate en casa del Mirandés B, siempre candidato a todo, habría tenido una lectura positiva, pero el comienzo de temporada lo deja, de momento, en 'stand by'.Porque tras cuatro empates en cinco partidos, ocho puntos desperdiciados son muchos cuando se quiere mirar hacia arriba. Será bueno si en los próximo encuentros, ante rivales en apuros como el Palencia, Almazán, Santa Marta o Leonesa B, los encarnados son capaces de enlazar una racha positiva. Puede ser una oportunidad de ver que el vaso, se mire desde donde se mire, está empezando a llenarse.