Recogimiento y devoción en la noche arevalense

Ricardo Guerra
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Las tallas del Cristo de la Fe y de Las Angustias de San Juan recorrieron las calles de Arévalo en un sereno y primaveral Miércoles Santo

Recogimiento y devoción en la noche arevalense

Después de las abundantes lluvias del principio de semana, la noche del Miércoles Santo, serena y primaveral, pudo salir la procesión del Cristo de la Fe y Las Angustias de San Juan, quizás la mas hermosa de nuestras procesiones penitenciales por el recogimiento al que invita. 

Los cofrades de la Santa Vera Cruz, con hábito blanco, cíngulo y capuchón verde oliva, portaron a hombros la preciosa imagen del Cristo de la Fe, una talla del s. XVIII de bella imaginería castellana, y tras de ellos, las mujeres, de negro, llevan la imagen de Las Angustias de San Juan, al ritmo lento marcado por la banda de tambores de la propia cofradía, este año reforzada con nuevos miembros, los cofrades más pequeños, dirigidos por Javier Senovilla y la Banda Municipal de Música de Arévalo, dirigida por José Miguel Martín Alonso interpretando preciosas marchas procesionales. 

Cofrades y centenares de personas por un itinerario angosto, las calles de la morería, un bellísimo recorrido sinuoso donde los brazos del Cristo, en sus vaivenes, mecido amorosamente por los penitentes portadores, parecen querer abrazar a los vecinos espectadores que desde balcones y ventanas presencian la comitiva. 

Filas de cofrades portando faroles con un paso lento y acompasado. Desde El Salvador a San Francisco, calles Larga, Figones y Mayor de la Morería, llenas de encrucijadas con un público silencioso y expectante, acompañando y respetuoso. 

Ya en la placita de San Juan, Cristo y su Madre, la despedida de la Madre, con unos preciosos versos de Lope de Vega que leyó la cofrade Trini. El Cristo allí quedará depositado en espera del Vía Crucis del viernes. 

La Coral La Moraña de Arévalo interpretó el Miserere y el canto Stabat Mater, polifonía religiosa como ya es tradicional cada miércoles santo, en medio de un impresionante silencio. 

La Virgen en su soledad, pero bien acompañada de cofrades y fieles, seguirá su itinerario por la calle San Juan, Plaza del Arrabal y Caldereros hasta la iglesia-museo de El Salvador, donde finalizó este desfile procesional. Presidió la celebración el párroco Sebastián Gil.

La Semana Santa de Arévalo continúa y este pasado Jueves Santo se celebró la Procesión de los Pasos, desde El Salvador hacia el Arévalo moderno.