"Si no hacíamos nada la gimnasia se acababa en Ávila"

E.Carretero
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Susana Herranz llegó a la gimnasia rítmica siendo muy pequeña y pronto despuntó. Sin embargo la falta de recursos en esta ciudad le impidió progresar en una disciplina que ella se empeñó en sacar adelante en nuestra ciudad

"Si no hacíamos nada la gimnasia se acababa en Ávila" - Foto: Isabel García

Buena parte de los recuerdos de Susana Herranz Blasco (Ávila, 1978) están ligados a un tapiz de gimnasia rítmica, deporte que descubrió siendo muy pequeña y con el que pese a algunas vicisitudes sigue muy comprometida a día de hoy. Es más, probablemente si no hubiera sido por ella y por su compañera Mónica Hontoria, preparadora física de la Selección Nacional de Gimnasia Rítmica, este deporte no tendría a día de hoy presencia en esta ciudad y hubiera desaparecido a mediados de los años 90 cuando Ávila se quedó sin subvención para la Escuela de Tecnificación de Gimnasia Rítmica. 

 

¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza sobre Ávila?

Las Murallas, el patrimonio,  la tranquilidad y calidad de vida.

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?

La calidad de vida. Aquí los niños pueden crecer tranquilos.

¿Y lo que menos?

El alto coste que tenemos que pagar por esa calidad de vida ya que Ávila no tiene nada para que esos niños se puedan quedar aquí al hacerse mayores.

Un lugar para perderse.

Los claustros del Monasterio de Santo Tomás. De pequeña bajaba mucho a jugar allí y es un lugar precioso.

Un recuerdo de la infancia.

Vivíamos en el centro, en la calle Tostado, y de pequeña jugábamos en la Muralla. Los accesos estaban abiertos y allí jugábamos al escondite.

Un personaje abulense que le haya marcado.

Santa Teresa porque fue una mujer muy luchadora, ni la enfermedad la frenó para luchar por lo que quería. Creo que si viviera hoy sería una gran defensora de la mujer.

El mayor cambio que necesita Ávila es...

Industria y puesto de trabajo. Y también mejorar el transporte y las comunicaciones con el resto de ciudades porque Ávila está muy bien enclavada geográficamente pero muy mal comunicada.

Y Ávila tiene que mantener...

La calidad de vida y su patrimonio.

¿Qué le parece la ciudad hoy en día?

Yo he tenido la suerte de trabajar en lo que me gusta y de hacerlo en Ávila pero no sé si en un futuro podré seguir trabajando donde trabajo porque llegue el momento en el que no tengamos alumnos. A día de hoy no sé si la ciudad está muerta o casi muerta.  

¿Cómo ve la ciudad en el futuro?

Me gustaría ser optimista pero no lo soy por eso espero que los políticos a los que damos la confianza no nos abandonen y luchen por la ciudad a la que representan porque por desgracia cuando llegan a las instituciones se olvidan de Ávila.

¿Qué puede aportar usted a la ciudad?

Como profesora y también desde el club Abula Gym puedo contribuir a la formación de la infancia y la educación en valores.