"La situación de la Justicia en Ávila es insostenible"

M.E
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Tomás Sánchez, juez de Primera Instancia e Instrucción en Ávila, asegura que la "falta de personal y recursos" está afectando al trabajo de los jueces en calidad y cantidad y denuncia que el "Ministerio de Justicia tiene abandonada a Ávila"

"La situación de la Justicia en Ávila es insostenible" - Foto: David Castro

TOMÁS Sánchez Puente es el titular del Juzgado de Primera instancia e Instrucción número 4, encargado de asuntos civiles, de investigación penal y de violencia de género. Natural de Salamanca, lleva cuatro años en Ávila, su segundo destino tras el de Manacor (Baleares). Hoy ha decidido alzar la voz para denunciar lo que considera la «situación insostenible» de la Justicia en Ávila por la falta de recursos públicos y, en concreto, de personal. Asegura que los jueces están sobrecargados de trabajo y que eso redunda en la cantidad y la calidad de su trabajo.

¿Cuál es la situación de la justicia en Ávila?

La situación de la Justicia en Ávila es insostenible. A día de hoy tenemos una carga de asuntos que supera en un 200% nuestra capacidad.

¿Y eso en qué se traduce?

Tiene sus consecuencias. Yo ahora mismo con un rendimiento personal del 180% estoy acumulando un retraso importante en la resolución de asuntos. Y los compañeros, que tenemos jornadas maratonianas de trabajo, nos debatimos cada día entre la cantidad y la calidad. A día de hoy la atención es insuficiente y el estudio de los asuntos es superficial porque no hay tiempo material para dedicarle a los asuntos, así de claro. 

¿Cuántos jueces hay en estos momentos en Ávila?

Hay cinco jueces de Primera Instancia e Instrucción y jueces de lo Social, lo Contencioso, lo Penal y Menores, en total nueve, más los cuatro magistrados de la Audiencia Provincial.

En los últimos años se han sumado dos jueces, pero dice que siguen siendo insuficientes....

Sí, en la práctica en la Audiencia Provincial llevan con un juez más (el cuarto) desde enero y en el año 2018 se puso un juzgado de refuerzo que se convirtió en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5. En las memorias anuales del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León desde 2018 se viene pidiendo sistemáticamente, y de acuerdo a la estadística, el sexto Juzgado de Primera Instancia e Instrucción y el segundo Juzgado de lo Penal, y no hay ningún viso en el corto plazo de que se vayan a crear.

En cuanto pusieron el quinto juzgado ya se empezó a demandar el sexto, entonces. 

Sí, los que hay son claramente insuficientes. El Ministerio de Justicia tiene abandonada a Ávila. 

¿Es una situación exclusiva de Ávila?

Por lo general existen problemas de sobrecarga en toda España, aunque hay algunas zonas y algunos juzgados concretos que tienen problemas singulares. En lo que yo conozco diría que la Comunidad de Madrid está bastante mal, pero la situación de los juzgados de Castilla y León es muy mala. 

¿Ávila está en la media, está peor?

No tengo todos los datos suficientes y no quiero comparar. Sé de comunidades que están algo mejor, pero Ávila está mal.

¿En esta situación ha tenido que ver la pandemia?

La pandemia es un factor coyuntural que supuso un tapón en la actuación de la Justicia y luego hay que ir desaguando todo ese atasco. Pero yo entiendo que hay situaciones estructurales. Otro factor que espero que sea coyuntural es la gran avalancha de juicios de cláusulas abusivas de bancos, sin duda, es así en mi caso y en el de toda la Primera Instancia e Instrucción. Pero la situación ya era mala antes.

¿Se trata entonces de un déficit estructural?

Sí, tengo una estadística de fuentes oficiales que señala que el número de jueces en España por cada 100.000 habitantes son 11,2 en 2020, mientras que en los países del Consejo de Europea son 17,6. Ávila puede estar algo mejor que en esa media en los pueblos, pero lo digo para que se vea la media en España, que es bastante inferior a la del Consejo de Europa. 

¿Cuántos jueces más necesitaría Ávila para salir de esa situación?

Por lo menos el sexto de Primera Instancia e Instrucción y el segundo de lo Penal, que es lo que se lleva pidiendo desde hace cuatro años. Ynada de nada. Si se crean juzgados cada dos o tres años y en Castilla y León se crea una media de dos o tres juzgados cada una de esas veces... a ese ritmo vamos al sexto juzgado para el 2030. La creación se hace con cuentagotas y en la agenda política tampoco está este tema de sacar plazas de juez, más que de juzgados.

Habla de jornadas maratonianas en los jueces...

Sí, jornadas de mañanas, tardes, fines de semana, días de vacaciones.... Yo siempre digo una cosa, todo trabajo siempre tiene un motivo para ser el más bonito del mundo y también para mandarlo a la mierda a la de ya. Nuestro trabajo es muy bonito, es interesante y yo creo que soy útil a la sociedad, el problema que tenemos es que son muchas horas.... yo me voy de vacaciones con sentencias y eso nos pasa a todos, funciona así. A veces hay problemas en la Educación y la Sanidad y salen las mareas, pero no hay manifestaciones por la Justicia. Y este ámbito tiene esa doble vertiente, es poder del Estado pero también es servicio público. E irónicamente somos el primer servicio público en la historia, cuando estaba el monarca absoluto y los corregidores, frente a las arbitrariedades del poder ya estaban los jueces para defender los derechos. Sé que a veces no hay la percepción de la necesidad de la Justicia como puede haber de la Sanidad, la Educación, Bomberos o Policía, pero yo entiendo que es necesario coger esa conciencia. Y a parte hay otras circunstancias, el poder judicial es un contrapeso del ejecutivo y el legislativo. A la clase política que encarna estos dos poderes no le interesa tener un poder judicial dotado con fuerza presupuestaria y de personal. Si tú tienes muchos más asuntos, a lo mejor no tienes tiempo para dedicar a asuntos que puedan llegar a afectar y comprometer al poder político, es la auténtica pescadilla que se muerde la cola.

¿Ávila es una plaza de mucha conflictividad?, ¿llegan muchos asuntos a los juzgados?

Ávila tiene un número importante de asuntos civiles, de asuntos de investigación penal no es de los sitios más conflictivos, ni mucho menos, porque no suele haber grandes sucesos. Pero si no tienes muchos asuntos pero un número escaso de jueces al final la carga de trabajo puede ser incluso superior  que en sitios donde haya más asuntos. No depende tanto de los asuntos que llegan como del personal que se asigne, y eso a veces depende de unos factores que no están suficientemente claros. Cuanto más personal, más posibilidad de poder dedicar más tiempo a los asuntos. 

Usted también lleva la competencia en violencia de género, ¿cómo está este ámbito?

En pandemia, paradójicamente, hubo una contención vital por parte de todo el mundo y se produjo un descenso en los asuntos. Ahora, en la época postpandemia, se ha vuelto a salir y a consumir alcohol y han vuelto, por ejemplo, los ataques de celos por parte de parejas, de manera que ha habido un incremento. Ahora estamos a la espera de ver si las cifras vuelven al volumen anterior de la pandemia, pero es pronto para saberlo. 

¿En violencia de género también se da esa sobrecarga de trabajo?

En realidad la violencia de género no es tanta en Ávila y por eso yo también llevo otros asuntos civiles y de investigación penal, pero yo hablo de la carga de trabajo global. Pero en este ámbito sí quería contar que llevamos ocho meses sin psicólogo forense, que es un puesto esencial para la investigación de los delitos de violencia de género. El Gobierno dice que lucha contra la violencia de género, pero los hechos en la práctica demuestran lo contrario. El Ministerio de Justicia sabe esta circunstancia pero no se ha nombrado ni un titular ni un interino. La titular anterior se marchó en marzo y se supone que vendrá algún titular en concurso de traslados, pero entre tanto no se cubre la plaza. Y tenemos muchas investigaciones ralentizadas por esto. Nos han dicho que lo hagan el psicólogo y el trabajador de menores y en algunos casos se hace, pero ellos ya tienen sus asuntos. Y nombrar un perito psicólogo externo ni está especializado e irónicamente le cuesta mucho más al Ministerio de Justicia. Lo suyo es tener un psicólogo forense que esté habituado a estas situaciones.

¿La situación que describe para los jueces es generalizada en Ávila?

Sí, es compartida. A veces la solución interna nuestra pasa por dedicar menos tiempo a los asuntos para llevarlos al día. Y yo, que veo que el tiempo que nos corresponde es manifiestamente insuficiente, me sublevo ante esta situación.

Es como las denuncias de muchos médicos, que tendrían que dedicar más tiempo a cada paciente.... 

Es lo mismo. Y a lo mejor igual no hay dinero y hay que dedicarlo a otras cuestiones o el dinero público se malgasta, pero que la ciudadanía sepa que a día de hoy el estudio de los asuntos es superficial y la atención al ciudadano, insuficiente. Luego hay ejemplos, en violencia de género en las grandes ciudades hay un abuso de la figura del juicio rápido, pero porque es la única forma de poder evitar el atasco. En mi opinión un juicio rápido no solventa en muchos casos las sutilezas, las sensibilidades de la materia que se trata, aquí se necesita tiempo para escuchar a la víctima y al investigado y para conocer la circunstancia familiar para establecer un régimen provisional de familia con los hijos menores, porque no solo es el tema penal, es también ver qué ocurre con los hijos. Eso en mi opinión es un error, un error porque no hay medios, si hubiera medios cambiarían los mecanismos de actuación.

Ha mencionado la palabra error, en este escenario también se está más expuesto a cometer errores, imagino.

En la medida que se dedica menos tiempo a estudiar los asuntos, la posibilidad del error en la búsqueda de solución que más se ajuste a la legalidad y la justicia es mayor. Evidentemente no somos brujos que tenemos una bola de cristal, intentamos acertar, pero no siempre es fácil.

Se lo digo porque las consecuencias de un error en el ámbito de la violencia de género pueden ser fatales, como no llegar a tiempo de parar una situación. 

A ver, a pararla sí se puede. Si la víctima denuncia sí emitimos una orden de protección en el plazo máximo de 72 horas, esa situación sí que podemos pararla dentro de nuestras posibilidades. Otra cosa es encontrar la solución justa y legal, ese es el problema. Porque muchas veces nos encontramos con que víctima e investigado tienen los vínculos de hijos en común que hay que seguir y encontrar una salida para esas situaciones. Y luego intentar acertar para ver qué ha pasado y con qué gravedad. En mi opinión, la gran mayoría de las denuncias de violencia género son ciertas o sustancialmente ciertas. El tema es que no se puede meter a todos los casos en el mismo saco, hay que hacer un análisis pormenorizado e individualizado, porque a veces no se trata todo de blancos y negros, hay grises, y para eso se necesita tiempo. En mi opinión estamos mal, estamos sobrecargados de trabajo pero eso para mí no es lo importante, el problema es que el servicio es insuficiente por falta de recursos públicos.

No es habitual este tipo de denuncias...

Lo sé, me va en el carácter batallador, y también tengo conciencia de que somos servicio público pero también poder del Estado. Yo me siento, en un sentido un poco idealista si quieres en la tierra de Suárez, corresponsable del correcto funcionamiento del modelo de concordia democrática del 78, esa es mi percepción. Yo entiendo que no puedo hacer mi trabajo solo por rutina, quiero hacer bien mi trabajo y también quiero expresar en qué medida esto es necesario. Yo creo que la Justicia debería valorarse más y que se reconozca el papel, no ya del juez, sino de la Justicia.