Ricardo Guerra Sancho

Desde mi torre mudéjar

Ricardo Guerra Sancho


Las cigüeñas de mi tierra y «Alonso» como emblema

12/05/2021

Siempre es recurrente hablar de las cigüeñas de nuestra tierra, las de Arévalo y las de Madrigal, que son dos puntos muy significativos en la observación mundial de estas zancudas, las cigüeñas blancas de la meseta, las «Ciconia ciconia», su nombre científico.
De siempre nuestras torres mudéjares han sido lugares predilectos para estas grandes aves que son consustanciales con nuestro paisaje, con el cielo azul intenso de estas tierras meseteñas, con sus vuelos majestuosos planeando sobre nuestros tejados y nuestros campos, con sus sonidos característicos, el «crotorar» de sus cantos o formas de expresión cigüeñil. Son unos animales elegantes en sus movimientos y planeos, muy admirados por nuestros visitantes, que han colonizado nuestras torres desde siempre, aunque hubo un tiempo de declive en el que sólo nos quedó un solo nido en la torre de El Salvador. Una especie amenazada al límite, pero, afortunadamente, en unos pocos años su recuperación fue apreciable, con unas cifras de censos en aumento hasta llegar a lo que llamamos «la eclosión zancuda» de hace algunos años.
Precisamente hace no tantos días ya pudimos advertir y admirar las crías de uno de los nidos de la torre de Santa María, a través de las fotos que divulgó José Luis Corredera a través del Facebook, uno de los nidos que están siendo observados y no siempre vigilados por esa cámara indiscreta que emite al mundo entero el ciclo vital de estas zancudas. Una cámara que por diversas cuestiones técnicas de vez en cuando nos abandona y nos deja la pantalla en negro… Cuatro cigoñinos pudimos ver en el nido sureste bajo de esta concentración, en esta torre tenemos 5 nidos. También había aún un huevo más que no se si al final ha eclosionado. Según el censo de 2018, realizado por Galérida Ornitólogos Abulenses, último que he podido consultar, de los 7 nidos de cigüeñas en Arévalo del año 1999 han pasado a los 23 de 2018 y este año fueron productivos 13 nidos de esos 23, con 19 pollos de cría.
Es mucha la observación de nuestras torres y sus cigüeñas, que son un atractivo que despierta la curiosidad de los visitantes.
Como también es el caso de las cigüeñas de Madrigal de las Altas Torres, con su reina de las torres mudéjares de nuestra comarca, la más elevada del patrimonio abulense con su gran chapitel que se eleva al cielo castellano. Una torre con varios nidos que es emblemática en el mundo de las cigüeñas porque en ella anidan zancudas famosas, «Isabel», «Germán» y últimamente «Alonso», la joven cigüeña televisiva y popular portadora de un dispositivo que nos está mostrando muchos de los secretos de estas aves migratorias. Unas imágenes que reciben cerca de 400.000 visitas de casi un centenar de países de todo el mundo… Dentro de estos avances tecnológicos, le llegó el turno al sistema de anillado de algunos pollos para su seguimiento vital. Y la última experiencia a través de un emisor satélite que se le puso a un cigüeño joven para poder seguir su viaje migratorio hacia África… y así fue como el joven pollo de cigüeña «Alonso» el pasado año ha estado emitiendo su viaje de más de 10.000 km., que ha permitido reconstruir el itinerario de su viaje, que llegó hasta Niger y Mali, el regreso y sus tiempos intermedios, una experiencia excepcional que llegó incluso a emitirse diariamente por una emisora de TV, y consiguió un seguimiento público insospechado y la fama de «Alonso».  
No conozco muchos pormenores de esta aventura que los responsables conocen mucho mejor, como el experto ornitólogo morañego Gabriel Sierra que ha dirigido esta experiencia. Pero sí me gustaría resaltar el verdadero valor de una aventura que ha despertado en mucha gente el interés de conocer a nuestro cigoñino emigrante y cuál sería su destino. A principios de este año, el 18 de abril, justo cuando cumplía un año, pudimos conocer por los medios de comunicación, cumpliendo el periplo regresó «a su casa», al nido de la torre de San Nicolás de Madrigal de las Altas torres.