Editorial

La apuesta de la Sierra de Ávila por el turismo

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Un grupo de empresarios sevillanos ha puesto el foco de sus negocios en la Sierra de Ávila y más concretamente en el ámbito de la hostelería en esta zona de la provincia. No se trata de una idea en el futuro, sino que ya hay actuaciones tangibles como la apertura de un restaurante en un edificio histórico del siglo XVI en la localidad de Ortigosa de Rioalmar que ya se encuentra abierto al público y que se inaugurará próximamente, en principio el próximo sábado 21 de mayo.

Para una zona tan necesitada de buenas noticias en todos los sentidos, pero sobre todo en el económico y en el laboral, que haya un holding empresarial que tenga entre sus proyectos el crear diferentes negocios en la sierra abulense es la mejor de las noticias que puede llegar en estos momentos.

Claro que para ello es necesario que se atiendan algunas de las demandas de mejoras que este grupo de empresarios ha presentado, como la llegada de la fibra óptica a algunos de los municipios, lo que se antoja como vital para que esos proyectos puedan, además de ser una realidad, tener un futuro más o menos halagüeño.

La apuesta de gente de fuera de nuestra provincia por esta zona abulense debe mover a la reflexión a los propios ciudadanos de la provincia, que han necesitado de la llegada de emprendedores de fuera para tener un futuro por delante. También es motivo de reflexión que sea de nuevo el sector turístico el que vaya a tirar de la economía de la provincia. Se ha hablado mucho de la dependencia que del sector servicios tiene el Producto Interior Bruto (PIB)abulense y, sobre todo, de la dependencia que de este sector tiene el mercado laboral, que no olvidemos que presenta una de las tasas de paro más altas del país. Volver ahora de nuevo a depender de la hostelería y del turismo para el crecimiento económico de la provincia, en este caso de una zona tan degradada y necesitada cómo es la sierra, es el reconocimiento, puede que implícito, de que hoy por hoy la economía de Ávila no tiene otra salida.

Varios han sido los proyectos que en esos municipios serranos se han promovido por parte de empresarios también de fuera, pero en este caso en el sector de las minas, que han encontrado el rechazo frontal no solo de los vecinos de esas localidades sino del resto de la provincia por lo que se desechó la apuesta económica por ese sector, y ahora parece que todo va encaminado a que sea el turismo y la hostelería los que puedan salvar la situación.

Eso tiene la ventaja de que creará un efecto llamada del que se beneficiarán seguramente otras zonas de la provincia, pero tiene el inconveniente de que como el turismo coja un constipado o una enfermedad parecida a la de la pandemia reciente, toda la economía abulense se pondrá de nuevo a temblar. Encontrar un plan B al turismo sigue siendo la asignatura pendiente de los responsables de esta provincia.