García Burillo, nombrado administrador diocesano de Ávila

B.M
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Quien ya fuera obispo de esta diócesis, se encargará de ella mientras siga como sede vacante

García Burillo, nombrado administrador diocesano de Ávila - Foto: David Castro

Jesús García Burillo, quien fue obispo de Ávila entre los años 2003 y 2018, volverá a hacerse cargo de la diócesis, aunque en este caso será como administrador diocesano de Ávila. Permanecerá en el cargo mientras la diócesis siga como sede vacante.

García Burillo llega a este cargo una vez que el anterior obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, fue nombrado por el Papa Francisco arzobispo coadjutor de la archidiócesis de Granada, cargo al que accedió recientemente tras despedirse de la que ha sido su casa en los últimos años.

El paso para asumir la responsabilidad de administrador se dio este mismo miércoles, cuando se celebró la reunión del Colegio de Consultores con el fin de decidir la persona que debía hacerse cargo de la diócesis durante este período de sede vacante, tal como rige el Código de Derecho Canónico. Tras someterlo a votación, se nombró Jesús García Burillo como nuevo administrador diocesano de Ávila y se comunicó desde la diócesis tanto a Nunciatura Apostólica como a Conferencia Episcopal. 

García Burillo es obispo emérito de Ávila, pero ocupará el cargo de administrador hasta que el Santo Padre provea a la diócesis de un nuevo obispo.

No se puede decir que García Burillo haya estado 'parado' desde que dejó de ser obispo de Ávila. Recientemente reconocía en una entrevista concedida a Diario de Ávila que había estado algunos meses con poca actividad, lo que fue «sorprendente» porque pasó de tener durante 50 años una agenda apretada a, de repente, no tener casi nada. Hay que recordar que tras su paso por Ávila fue nombrado administrador apostólico en Ciudad Rodrigo y cuando finalizó esa etapa, contaba, recibió del Papa «una carta cariñosa agradeciéndome el trabajo realizado y diciéndome que no hay dos sin tres», lo que le dejó expectante. Ya discernía entonces que quizá en su destino estaba asumir nuevas tareas y responsabilidades. Decía que estaba para «servir» y esto es lo que hará ahora, de nuevo, desde la diócesis de Ávila en la que tanto tiempo ha pasado.