«La última vanguardia cultural de Europa se gestó en Ávila»

D. Casillas
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Juan Antonio Sánchez reivindica la figura de Chicharro hijo, poeta y pintor que tuvo aquí un lugar de referencia creativa

Al día siguiente de inaugurar la 'micro exposición' de cuatro dibujos de Eduardo Chicharro Briones, el Museo de Ávila acogió una conferencia de Juan Antonio Sánchez, profesor de la UCAV y especialista en Historia del Arte que se sirvió de esa pequeña muestra como «excusa» para hablar del autor de esos retratos a lápiz, unas obras «que han llegado al Museo donados por la Asociación de Amigos del Museo, tras ofrecérselos un familiar de los tres niños retratados a Jesús María Sanchidrián, y que demuestran la vinculación de Eduardo Chicharro hijo con la ciudad de Ávila, que va a ser determinante en muchos aspectos de su vida intelectual y artística».

Partiendo de esos dibujos hizo Juan Antonio Sánchez una biografía «relativa a la pintura y también un poco a la poesía, porque Chicharro hijo era sobre todo poeta», recordando que tanto éste como su padre «fueron dos artistas no nacidos en Ávila pero muy amantes de la ciudad, de hecho tenían casa en Ávila y por eso Chicharro hijo viene todos los veranos a Ávila». Especialmente relevante, añadió el ponente, es el hecho de que «el movimiento artístico del postismo, que funda Chicharro como cerebro, ideólogo y personaje clave de la que fue última vanguardia existente en Europa, se forja en la ciudad de Ávila en un verano que viene aquí con Carlos Edmundo de Ory, al que le busca una celda en un convento para que resida». Y es en Ávila «donde redacta Las patitas de la sombra, un libro de romances transformados en algo vanguardista, lo que significa que es en Ávila donde se funda, nada más y nada menos, que el movimiento del postismo».

Los veranos que pasaba en Ávila «fueron muy importantes para su vida y su obra, porque teniendo en cuenta que vivió prácticamente 30 años en Roma, desde 1928 hasta 1943, durante todo ese tiempo Ávila fue para él un lugar de referencia, su paraíso de la infancia, donde se sentía muy a gusto, y muchos de sus libros los escribe en ese tiempo de vacaciones en Ávila». Además, añadió Juan Antonio Sánchez, «también expuso su obra en la Escuela de Artes y Oficios de Ávila, y en 1948 esa exposición fue el gran acontecimiento cultural del año».

En toda su obra, resumió, «Chicharro hijo deja claro que Ávila es muy importante para él, tanto que explica y deja por escrito que fue en esta ciudad donde se gestó el movimiento postista, así de claro».

Chicharro hijo, que firmaba así para diferenciarse de su padre, fue «un artista multidisciplinar que no es conocido ni en Ávila ni en el conjunto de España, un personaje tan fascinante como ignorado, tanto que hasta el año 1998, cuando se hace una tesis sobre el postismo, no se le reivindica como el gran protagonista de toda la movida poética, artística y estético-literaria del Madrid de los años 40 y 50 del pasado siglo. Hasta ese momento prácticamente nadie hablaba sobre Chicharro, porque fue muy importante durante esos años pero murió muy joven, con 58 años, y su figura se había desvanecido. Y aunque se le reivindica en los años 90, en gran medida sigue siendo un gran desconocido, a pesar de que ahora ya se ha recuperado buena parte de su obra, se han hecho antologías y muchos de los libros que no publicó en vida se han publicado ahora, pero aún así sigue siendo un personaje marginal dentro de la cultura española».

Al hilo de ese desconocimiento de un artista al que ayer reivindicó, comentó Sánchez que «tenemos en Ávila una historia muy importante que no conocemos aún y Chicharro es uno de los orgullos culturales abulenses que hay que recuperar, pero no es el único; Ávila es una potencia cultural, el problema es que no nos lo creemos, o miramos para otro lado, o lo soslayamos, no lo atendemos, no le hacemos el caso que necesitaría para poner a la ciudad en el lugar que de verdad le corresponde».