Un muro «que no es de la Muralla», el origen del derrumbe

I.Camarero Jiménez
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El Ayuntamiento acomete actuaciones de emergencia que continuarán el fin de semana y que ha obligado a vallar la zona afectada tanto en el paseo del Rastro como en el patio del Diocesano

Muro desprendido en la Muralla que arrastró parte del almenado - Foto: David Castro

No había habido señales de alarma pues la zona se había revisado con anterioridad, «hace seis meses» pero desgraciadamente la muralla ha sufrido daños en al menos dos de los merlones que hay entre los cubos 77 y 78. Ya se acometen labores de emergencia «para consolidar la zona y evitar que pueda haber nuevos desprendimientos», éstas  se extenderán todo el fin de semana y posteriormente se restaurará para devolverla a su estado habitual. Lo primero lo está haciendo el Ayuntamiento y lo segundo, en palabras del alcalde de Ávila,Jesús Manuel Sánchez Cabrera, lo tendría que hacer el Estado como legítimo propietario del monumento que es, recordaba.

Esa primera intervención está en una zona, reconocía, «que es peligrosa»y por ello los bomberos trabajan y han accedido a la Muralla con cesta a través de un brazo articulado. Así lo seguirán haciendo a un lado y otro de donde se ha producido el derrumbe», es decir en el paseo del Rastro y en el patio del colegio Diocesano.

Los hechos, que el regidor calificó de «insólitos» ocurrieron cuando había caído ya la noche el jueves: el derrumbe de un muro anexo a la Muralla y que «no forma parte de ella» provocó los daños a nuestro principal monumento. Fue un viandante el que dio la voz de alarma pues «vio cómo se desprendía de la Muralla una parte de un merlón», ocurría «por el empuje de uno de los muros junto a la muralla lo que ocasionó su derribo» relatabaSánchez Cabrera quien  ponía el acento en que: «No hay que lamentar daños personales». 

Dicho esto la situación evidentemente es preocupante y las actuaciones han comenzado. Nada más tener conocimiento de los hechos se valló la zona para evitar males mayores y a primera hora de la mañana se hizo lo propio en el patio del colegio Diocesano, no en vano el muro que ha originado el derrumbe en la Muralla se ubica entre el centro escolar y la plaza en la que se ubica en la actualidad el Catastro, es decir, la de Adolfo Suárez. «No es un muro como tal de la Muralla, es de cerramiento entre la Muralla, apoyado en su adarve, y el colegio Diocesano».

La primera actuación de emergencia desde luego era necesaria «para evitar que haya desprendimientos» continuaba Sánchez Cabrera en el paseo del Rastro y que «pudieran alcanzar a cualquier viandante o hacia la zona del colegio Diocesano». Así lo decidieron los técnicos a primera hora de la mañana del viernes y cuando ya, con la luz del día, pudieron analizar lo ocurrido.

«En los últimos años no habíamos tenido ningún derrumbe», aseguraba el alcalde, pero «la Muralla es un monumento Patrimonio de la Humanidad y es, como dicen los técnicos municipales y de patrimonio, un monumento que está vivo» y con eso  quería decir que «hay filtraciones de agua en la Muralla y, lógicamente, se van abriendo grietas y puede haber desprendimientos».

visión técnica. 

La intervención, dijo «se va a hacer muy rápido» con el fin de evitar más daños en la Muralla o que se vean afectados viandantes o alumnos del colegio que está al otro lado de la Muralla. En cualquier caso agradeció a los técnicos municipales «su disposición desde el primer minuto». Precisamente junto a Sánchez Cabrera, entre otros, estuvieron compareciendo ante los medios la arquitecto municipal, Cristina Sanchidrián y la arqueóloga municipal, Rosa Ruiz Entrecanales. Entre las dos analizaban la situación. 

El origen, segúnSanchidrián, en ese muro que se levantó en los años 30 del siglo pasado y que no es parte de la Muralla, es un elemento «hecho en mampostería de piedra, de entre medio metro y 70 centímetros de anchura. Generalmente tienen una mampostería interior y otra exterior y justo en el anterior está con una argamasa antigua en la que han hecho mella las filtraciones de agua que van entrando a lo largo de los años». Con ello se ha ido perdiendo la consistencia de ese mortero de unión y al final, «con lluvias generalmente continuadas, como puede haber sido en esta época, pues se produce un derrumbe del muro. Es una patología muy típica de estas construcciones de mampostería». Muros con los que cuenta la Muralla y otros edificios de la ciudad en los que también hubo derrumbes, recordaba la arquitecto en referencia por ejemplo al de Las Gordillas que se vino abajo también hace algunos meses.

La secuencia de los hechos ha sido clara: «El muro se derrumba pega contra una almena y esa almena es la que cae a la vía pública». 

En el pasado reciente, reconocía, que este tipo de derrumbe no se había producido en la Muralla, habría que remontarse a los años 70, cuando se cayó una pequeña parte de» uno  de los cubos también del paseo del Rastro», matizaba la arqueóloga municipal,Rosa Ruiz Entrecanales. Hay conocimiento de ello y también de que en el siglo XIX estos derrumbes eran «muy sistemáticos: era continuo». 

Era precisamente la arqueóloga municipal quien decía que no había signos de alarma que pudieran predecir el devenir de los acontecimientos puesto que la zona se revisó hace seis meses.

En cualquier caso el monumento, que se ha visto afectado en al menos dos merlones, volverá a su estado habitual. Uno de los merlones quedó destruido y «habrá que recoger todo el material para volverlo a reconstruir» y había además otro que resultó dañado y corría peligro de caída y que se ha desmontado por parte de los bomberos en la actuación de emergencia realizada en la mañana de este viernes. Acopiar el material y colocarla» será el objetivo. Hay que analizar además un tercer elemento que «tiene unas pequeñas grietas, pero creemos que no hace falta desmontarlo».

Como decíamos al principio y tal y como reconocía Ruiz Entrecanales nada hacía presagiar lo ocurrido puesto que la zona se revisó hace seis meses. 

La muralla cuenta con sensores en algunos puntos, pero concretamente en el entorno del derrumbe no los hay. De haberlos habido sí es cierto que los sensores darían información de posibles movimientos en el núcleo. 

Ahora bien hay que tener en cuenta que el derrumbe ha sido en el muro que no forma parte de la Muralla y que se revisó hace medio año sin indicios de que «esto pudiera pasar. No presentaba ningún tipo de patología». En cualquier caso Sanchidrián decía que en este tipo de muros es muy difícil prever este tipo de derrumbes y más en este que estaba realmente protegido por su coronación con protección de ladrillo por lo que la entrada de agua está más limitada.

La pared es un añadido del siglo XX. Data de cuando se hizo la demolición del Alcázar, de alrededor de los años 30 del siglo pasado.