La Junta cifra en 2.500M€ el ahorro fiscal de las familias

SPC
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El Gobierno autonómico envía a las Cortes el proyecto de ley para aplicar este año la rebaja en el tramo más bajo del IRPF, así como de otros tributos, tasas y medidas para el medio rural

Vecinos y visitantes pasean por una de las calles comerciales de la capital soriana. - Foto: Eugenio Gutiérrez

Un total de 2.500 millones de euros es el ahorro que tendrán durante esta legislatura las familias de la Comunidad gracias a los beneficios fiscales y bajadas de impuestos que se han aplicado, según las cifras ofrecidas este jueves por el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, durante un acto sobre la apertura del curso económico. En el mismo también se refirió a la aprobación de dos leyes que se enviarán a las Cortes para que la región cuente «con la fiscalidad más baja de la historia y una de las menores de España». Todo ello, sostuvo, después de eliminar en 2021 el Impuesto de Sucesiones y Donaciones entre cónyuges y de padres a hijos.

Entre las medidas aprobadas por el Consejo de Gobierno citó el proyecto de ley para bajar el tipo mínimo del IRPF por deducciones por natalidad, emprendimiento rural y actividad agraria. Además, Fernández Mañueco se comprometió a «congelar» todas las demás tasas no eliminadas o reducidas durante un año más. En concreto, el proyecto de Ley de Rebajas Tributarias en Castilla y León, que tendrá un impacto sobre las arcas autonómicas de 36 millones de euros al año, lo que supone unos 144 millones en una legislatura completa, recibió este jueves el visto bueno del Consejo para su envío a las Cortes para su tramitación e incluye la reducción del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), así como de otros tributos, tasas, junto a medidas para el medio rural.

El consejero de Economía y Hacienda y portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, explicó en declaraciones recogidas por Ical que la mayor parte de los 36 millones que supondrá esta rebaja fiscal, se corresponde con la aplicada en el tipo mínimo de la tarifa autonómica del IRPF, que pasa del 9,5 al nueve, al suponer 20 millones, lo que convierte a Castilla y León en la segunda Comunidad con este impuesto más bajo.

No obstante, admitió que el proyecto de ley llega ahora a las Cortes para su tramitación, por lo que evitó avanzar si se cumplirá el calendario previsto, ya que anteriormente se preveía su aprobación antes de que acabara 2022. En cualquier caso, el consejero señaló que sus efectos serán retroactivos al 1 de enero de este año y añadió que ahora el texto queda en manos de los grupos parlamentarios, a los que corresponde la presentación de las enmiendas.

El consejero de Economía defendió que en un contexto de incremento de tipos de interés, precios y aumentos de impuestos, la Comunidad opta por una rebaja del IRPF, así como por diversas tasas y la denominada «fiscalidad rural». Así, se contempla la supresión del Impuesto autonómico sobre la eliminación de residuos en vertederos, al haber aprobado el Estado un tributo en esta materia.

Impuesto verde.

De esta manera, el consejero subrayó que Castilla y León mantiene un único impuesto verde, el referido a la afección medioambiental por la generación de electricidad, que conlleva una recaudación de 60 millones, mientras otras comunidades cuentan con entre ocho y diez.

Asimismo, Fernández Carriedo indicó que la rebaja que se aplicará en el IRPF es del 5,3% y destacó que las familias tendrá menos dificultades para llegar a fin de mes, se envía el mensaje de que no se suben los impuestos y se expresa la apuesta por el mundo rural, con bonificaciones y medidas fiscales sobre la natalidad o el emprendimiento.

Todas estas modificaciones fiscales se anunciaron al inicio de este mandato en el que se adoptaron diferentes medidas para hacer frente a un contexto de crisis, vinculado con la guerra de Ucrania. Carriedo defendió que Castilla y León ha demostrado que se pueden bajar los impuestos y mantenerse en cabeza en la calidad de los servicios públicos prestados y recordó que en el primer año la supresión en la práctica del Impuesto de Sucesiones y Donaciones fue de 153 millones, lo que conllevó un aumento de la recaudación, sin embargo, en materia de ganancia patrimonial.