Ciudadanos coge aire

Agencias-SPC
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Los de Arrimadas van afianzando su proyecto de forma lenta pero con confianza, en una apuesta por el optimismo que llega después de la etapa más complicada de su historia y que tendrá la prueba de supervivencia definitiva en las próximas generales

La dirección de Cs está ahora muy volcada en hablar con los afiliados para motivarlos. - Foto: Fernando Alvarado

Tras dejar atrás una etapa muy complicada para su supervivencia, Ciudadanos empieza al fin a respirar y, aunque lentamente, va afianzando su proyecto -como defienden algunos de sus dirigentes-, algo que les permite encarar el futuro con más optimismo. Ya tocaba, destacan, después de superar el duelo por el terremoto de Murcia y Madrid, las espantadas de Granada y Jaén, el abandono de cargos destacados y militantes por la OPA hostil del PP y otras calamidades. Según la dirección de la formación que lidera Inés Arrimadas, se han vuelto a levantar y empiezan a cosechar frutos de la convención de julio.

Frente a ello, el PP sigue adelante con su estrategia y está en sus planes darle la puntilla para rematar a los naranjas antes de las elecciones de 2023. Ha aprovechado, por ejemplo, su cónclave nacional para visibilizar de nuevo la retirada de algunos de los apoyos que tenía Cs, como la del nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, que anunció que votará a los populares en los próximos comicios por considerar que la opción liberal en la que confiaba ha dejado ya de existir.

En todo caso, los de Arrimadas aspiran a convertirse en «un bálsamo» político entre tanta polarización sin obsesionarse con hacer cálculos en las urnas -afirman- y para empezar aseguran haber apreciado un cambio en lo que les queda de la militancia, ya no solo que está «mucho más apaciguada» sino que también creen que está «bastante motivada» con el proyecto.

Se ha acabado «el ruido del gallinero», aseveran convencidos de que todos los que se tenían que ir ya se han ido. Por tanto, quienes se han quedado son muy fieles, aseguran algunos dirigentes, y no solo eso, sino que han conseguido aumentar la afiliación en ciertos sitios, aunque no concretan cifras.

Entre otras cosas, creen que la militancia está más animada porque ven que en estos últimos meses, con Arrimadas, ha mejorado mucho la comunicación «y eso lo valoran mucho», defienden.

La dirección naranja está ahora muy presente en los territorios y cada fin de semana se desplazan para hablar con los afiliados, ver qué necesidades tienen y mejorar la implantación a nivel local y autonómico, algo que es clave para obtener buenos resultados electorales o aceptables, en su caso.

Y aunque están contentos por los últimos actos celebrados en Valencia o León, con una presencia muy numerosa de militantes y simpatizantes, son realistas, dicen las mismas fuentes y saben que no pueden ponerse la meta de sobrepasar al PP, como casi logró Albert Rivera en 2019 para desplomarse seis meses después.

Lo que sí pueden tener es la ambición de «ser necesarios» y eso se puede conseguir también con un puñado de escaños.

Necesarios como los liberales están siendo en Alemania para poder formar gobierno tras las elecciones de hace una semana y en eso están los naranjas, apoyándose también en sus correligionarios europeos para recuperarse como opción política.

Por eso, recientemente organizaron en Madrid un acto con el Partido de los Liberales Europeos (ALDE) sobre el futuro de la UE y vendrán más con los principales grupos de ese mismo espectro ideológico. Buscan que cale esa identificación liberal de centro y de corte europeo que pusieron en marcha en la convención de julio, que no se ate ni a izquierdas ni a derechas, replanteando su mensaje con nuevas propuestas, por ejemplo en el espacio verde, y manteniendo aquellas que les identifican desde el origen, como la defensa de las familias y los autónomos.

 

Punto de inflexión

En Cs querían que la convención supusiera una ruptura con la etapa anterior y creen que lo han conseguido una vez «superado» el revolcón que desencadenó la moción fallida de Murcia y la pérdida de todos sus diputados en la Comunidad de Madrid. Con los calendarios electorales previstos, la primera prueba a la que se enfrentarán para ver si han acertado con el cambio de estrategia será en las elecciones andaluzas, donde Vox está forzando un adelanto, que, según los naranjas no se va a producir.

Ellos van a poner todo el empeño en revalidar los 21 escaños, que todo apunta a que será imposible y si no, al menos conseguir los cuatro o cinco que le faltarían al PP para conseguir la mayoría absoluta.

Las encuestas pronostican la victoria de Juan Manuel Moreno Bonilla, pero en minoría -recalcan- y pactando con Vox. «Si eso cala, habrá una movilización masiva hacia la izquierda», pronostican.

Tampoco creen que habrá un adelanto electoral en Castilla y León ni que prospere una nueva moción de censura del PSOE, que podrían presentar en marzo (según el Reglamento) porque los 11 procuradores de la formación naranja que se han quedado «son solventes y fieles» después de perder uno, que dejó el grupo por abstenerse en la moción.