«Tras el nefasto 2020, el 2021 todavía fue un año complicado, pero dentro de las circunstancias existentes fue un ejercicio razonablemente bueno y de cierta recuperación». Este es, a grandes rasgos, el balance realizado por el gerente del Centro Municipal de Exposiciones y Congresos Lienzo Norte, Gonzalo Súnico, de un 2021 en el que se recuperó una «cierta normalidad», lo que en cifras se tradujo en rozar prácticamente el 80% de la actividad registrada en el 2019, que al ser el año previo a la irrupción de la pandemia se considera un año normal en términos de trabajo.

En concreto, el Lienzo Norte finalizó el pasado ejercicio con 178 eventos organizados de todo tipo, sobre todo espectáculos (73), lo que supone algo más del 40% del total, mientras que las reuniones sociales se quedaron en 21, poco más del 10%. La cifra alcanzada en 2021 deja un aumento del 128% respecto a la de 2020, cuando los eventos quedaron reducidos a 78 por el confinamiento y los momentos más duros de la crisis sanitaria, mientras que en relación al 2019 todavía registra un descenso porcentual del 22%. 

El balance del Lienzo Norte relativo al año 2021 también deja una caída en el número de asistentes respecto al ejercicio de 2019, al pasar de 111.000 a unos 60.000.

Con todo, la valoración por parte de su gerente es positiva, teniendo en cuenta el contexto. «Para las dificultades del año estuvo bien», remarcó Súnico, quien recordó que hasta prácticamente el mes de septiembre «no se recuperó una cierta normalidad», y para entonces ya habían pasado ocho meses. En el entorno del verano pasado fue cuando «se acabaron las restricciones» y se puso fin, por ejemplo, «a las condiciones absurdas para los Palacios de Congresos», cuando «en nivel 4 las reuniones se limitaban a 50 personas», algo que, junto a las restricciones de movilidad y del ámbito social de la primera parte del año, redujo mucho el campo de acción. «En los espectáculos funcionamos bastante bien incluso con las limitaciones de aforo, porque no llegaron a pararse en ningún momento, aunque no pudiera considerarse una situación de normalidad», pero las reuniones empresariales «estuvieron paradas hasta prácticamente la primavera», señaló el gerente. Así, la actividad se animó en la recta final del verano y el otoño, para dejar cuatro meses de movimiento que «permitieron salvar el año». Todo ello «hasta mediados de diciembre», aproximadamente, no en vano el inicio de la sexta ola de la covid, ya en plena cuenta atrás de las Navidades, acabó por cortar la buena racha y la situación «se aflojó mucho».

impacto económico. Incluso en este escenario, el Centro Municipal de Exposiciones y Congresos Lienzo Norte siguió dinamizando económicamente la ciudad. Según los datos que manejan del impacto económico, cifra estimada a partir del gasto atribuido a los asistentes de cada evento, el edificio generó en 2021 (un año todavía de pandemia) casi 7 millones de euros, cinco más que los calculados para el difícil 2020, como cabía esperar. Eso sí, todavía están por debajo de las cifras de 2019, cuando este cálculo se elevó a algo más de 13 millones de euros gracias a todos los eventos desarrollados en el singular espacio. De hecho, fue el tercer ejercicio anual, de los trece de su trayectoria, con un menor impacto económico, solo por detrás del primer año de la covid y del 2009, el de la puesta en marcha. Según estas cuentas el 2011 fue el año con una mayor aportación económica, más de 18 millones de euros.

El descenso de actividad, no obstante, no está repercutiendo en las cuentas del Lienzo Norte, al menos no como cabría esperar.El ejercicio todavía no está cerrado pero «esperamos hacerlo en positivo», aseguró el gerente, quien destacó que «ni el año 2020 ni en el 2021 hemos tenido que hacer un ERTE ni recurrir a financiación extraordinaria» para seguir adelante. «Hemos aguantado con recursos propios y con la subvención habitual del Ayuntamiento», de 175.000 euros, aunque, matizó, «luego pagamos un alquiler y nos hacemos cargo de todos los gastos». 

Esta estabilidad económica se debe a que, con tres personas en plantilla, «tenemos un gasto fijo muy pequeño. Es un edificio en el que si hay mucha actividad, el gasto sube, porque hay que contratar servicios adicionales», pero si no es así los recursos que se obtienen de la propia actividad (alquileres de salas y espacios) permiten aguantar sin disparar el coste. En este marco, el gerente destaca que esa austeridad no impide que «prestemos servicios acordes a la ciudad», como el hecho de mantener abierta la taquilla o el acompañamiento a personas con movilidad reducida.

La cafetería y restaurante, una concesión municipal, también volvió a mediados de 2021, después del cambio en la dirección, lo que añade un servicio más a la ciudad y de alguna manera también da vida al espacio.

Otro 'hito' fue la incorporación de Gonzalo Súnico a la directiva de la Asociación ?dePalacios de Congresos de España como vocal, cargo que ocupa junto a directivos de Valencia, Sevilla, Málaga, Barcelona, Madrid y San Sebastián al frente de la agrupación que vela por el turismo de congresos.