La nueva etapa que las autoridades autonómicas han denominado «riesgo controlado», una renombrada nueva normalidad con la mirada de reojo en los futuros semáforos de riesgo y con el convencimiento de que no habrá inmunidad de rebaño sino convivencia ‘normalizada’ con el virus, llega también a la diócesis católica abulense.
Mediante un comunicado, el Obispado de Ávila informa del final de los aforos oficiales, aunque da por hecho que el mantenimiento de la distancia de seguridad de un metro y medio creará limitaciones presenciales «de facto» en interiores, donde la Iglesia pone el acento en mantener también las medidas de prevención higiénica, con evitación de contacto personal, y la prohibición de tocar o besar objetos de devoción.
Una de las novedades más relevantes es la vuelta a la tradición en el modo de proceder respecto a los funerales: desde este próximo viernes, 1 de octubre, se retoma el orden secular de la misa exequial con la presencia del cuerpo o las cenizas del difunto, como ceremonia previa a la inhumación. Durante las restricciones pandémicas, primero se realizaba la inhumación (o incineración) y, posteriormente, la misa exequial, con la participación que permitía cada escala preventiva.
FIESTAS PATRONALES. En cuanto a las fiestas patronales, «para la celebración de procesiones y romerías, sigue siendo necesario contar con el permiso de las autoridades civiles correspondientes», subrayan desde el obispado. Sin embargo, «las eucaristías dependen de la Iglesia, y, por tanto, se pueden celebrar siempre».
Las obligaciones que se mantienen prácticamente inalterables son la distancia de seguridad interpersonal de metro y medio entre no convivientes y la utilización obligatoria de mascarillas en espacios cerrados y cuando no se puede mantener la distancia de seguridad, así como asegurar que se «adoptan las medidas de limpieza y desinfección adecuadas a las características e intensidad de uso de los templos y locales».
Los objetos y la ropa litúrgica se someterán a lavado y desinfección regular, siguiendo el procedimiento habitual; además, se realizarán tareas de ventilación periódica en las instalaciones. Junto a la distancia de seguridad en la liturgia y en las relaciones personales, podrán establecerse itinerarios para dirigir la circulación de las personas y evitar aglomeraciones. Se pondrá a disposición de los fieles dispensadores de geles hidroalcohólicos o desinfectantes con actividad virucida, en lugares accesibles y vivibles, en perfecto estado de uso; y siempre a la entrada de los templos.
Sigue sin permitirse el agua bendita en las pilas, aunque sí se puede usar el agua bendecida cuando lo requiera la liturgia. Por otra parte, se permiten los coros pero estos deberán situarse a más de cuatro metros de los asistentes y mantener distancias interpersonales entre los integrantes, usando todos ellos mascarillas.
Catequesis presencial y apertura de templos
El recién estrenado marco de ‘riesgo controlado’ relaja las medidas, pero mantiene prevenciones básicas.
catequesis. Se mantiene la actividad catequética presencial normal, con las medidas de distancia e higiene habituales.
CONCIERTOS EN TEMPLOS. Se pueden celebrar guardando la distancia de seguridad y el resto de medidas aplicadas en las celebraciones.
PASTORAL JUVENIL. Pueden realizarse todas las actividades respetando el uso de la mascarilla y el resto de medidas de higiene y distancia.
APERTURA DE TEMPLOS. Se abrirán los templos para facilitar a los fieles la oración personal según la costumbre de cada lugar, siempre respetando las distancias y medidas de seguridad e higiene.
DESPACHO PARROQUIAL. Pueden realizarse todas las actividades respetando el uso de la mascarilla y el resto de medidas de higiene y distancia.
REUNIONES de trabajo, encuentros, conferencias… Pueden realizarse todas las actividades respetando el uso de la mascarilla y el resto de medidas de higiene y distancia.
ACCIÓN CARITATIVA. También pueden realizarse todas las actividades respetando el uso de la mascarilla y el resto de medidas de higiene y distancia.