CyL acumula 14 denuncias por sumisión química en agosto

SPC
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Todos los análisis efectuados en las diez mujeres y cuatro hombres han resultado negativos

Verbena multitudinaria durante las fiestas de Burgos a finales de junio. - Foto: Christina Castrillo

La Guardia Civil y la Policía Nacional han registrado 14 denuncias por sumisión química en Castilla y León en lo que va de agosto aunque, hasta ahora, ninguna de ellas arrojó el resultado de positivo. En concreto, diez tuvieron lugar en los cuarteles de la Benemérita y cuatro en las comisarías del Cuerpo Nacional de Policía. Además, hay otras actuaciones llevadas a cabo, sobre todo, entre mujeres aunque también hay cuatro hombres que han percibido que pudieron ser pinchados.

La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, reiteró el mensaje que prefieren atender a cien casos por sospecha de sumisión química, pese a que den resultado negativo, a que haya un solo caso que pudiera ser positivo y no sea denunciado o puesto en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Delegación del Gobierno, Junta y Federación Regional de Municipios y Provincias (FRMP) se reunieron ayer para revisar los protocolos de actuación en casos de sumisión química y por las agresiones sexuales. Barcones señaló que el objetivo conjunto es intentar evitar cualquier tipo de agresión, sobre todo hacia las mujeres en el ámbito sexual pero también trabajar en la «parte subjetiva». No en vano, incidió en la necesidad de que la ciudadanía, especialmente las mujeres, se sienta segura cuando vaya a una fiesta o un concierto. «En la sociedad, sobre todo entre las más jóvenes, hay miedo a la sumisión química, a sufrir un pinchazo o a que introduzcan alguna sustancia en la bebida sin su consentimiento para alterar su nivel de conciencia y anular su voluntad», sentenció.

Al encuentro también asistieron representantes de Cruz Roja y los colegios oficiales de psicólogos y farmacéuticos, junto a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Posteriormente, se incorporaron el sector privado del ocio como discotecas y organización de festivales.

Todo ello para dar la «mejor respuesta» y trabajar en el «margen de mejora». Señaló que los protocolos para combatir la sumisión se habían probado con éxito en el festival Sonorama Ribera de Aranda de Duero (Burgos), con actuaciones de la Policía y Guardia Civil en materia de seguridad y con medidas de las diferentes consejerías y ayuntamientos. «Vamos a extrapolar algunas de estas acciones para hacer todo lo posible para que las mujeres estén y se sientan seguras», añadió.

Alarma social.

Por su parte, la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, reconoció que el nuevo fenómeno ha suscitado una «alarma social», sobre todo con los pinchazos en las fiestas. Manifestó que la Junta lanzó la semana pasada una campaña de comunicación en las redes sociales que busca, por un lado, «educar» para recordar a las personas que esto es un «delito» y, por otro, ayudar a las mujeres que pueden ser víctimas a protegerse. «Hay que seguir con la coordinación entre las administraciones e insistir en la prevención y el refuerzo de las medidas», dijo.