En Europa se juega ahora a otra 'cosa'

Diego Izco (SPC)
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El fiasco de los españoles contrasta con el fútbol dinámico y veloz que triunfa en Alemania, Italia e incluso Portugal. Un francés (PSG) y un belga (Brujas) completan la 'fiesta' de octavos

Los jugadores del combinado luso quieren reverdecer viejos laureles en la máxima competición - Foto: Reuters

Cuando los gerifaltes de la UEFA instalaron la fase de grupos en la legendaria Copa de Europa (ya son tres décadas mal contadas) todos adivinaron el propósito: que ningún 'gordo' quedase fuera de la ronda final. El 'maldito' sorteo puro dejaba por el camino a algunos favoritos y el Nottingham, el Estrella Roja o el Steaua de Bucarest podían llevarse la 'Orejona'. Una herejía, sin duda…  

Ironías al margen, desde que se creó el sistema, las cuatro grandes Ligas (actualmente, ampliamos la nómina a cinco, con Francia, por deferencia con el PSG) se las ingeniaron para colar en la segunda fase a casi todos sus representantes. Pero este curso España ha quedado retratada. Barça y Sevilla dejan sus restos para la Europa League y el Atlético ni siquiera eso. Solo el Real Madrid ha sabido aprovechar las bondades de su grupo para llegar a octavos con mínimos rasguños. Y da qué pensar por comparación: 

Italia, a quien dimos por muerta hace tiempo, ha recuperado el paso con otro fútbol más ágil y ha metido a tres de sus cuatro representantes (Inter, Milan y Nápoles, más la Juventus a Europa League). Si hablamos de estilo ágil, la Bundesliga contaba con cinco escuadras gracias al triunfo del Eintracht en la Europa League… y coló a cuatro (Bayern, Eintracht, Dortmund y Leipzig, más el Leverkusen a la Europa League). E Inglaterra, marcando distancias, ha conseguido llevar a octavos a sus cuatro equipos (City, Tottenham, Chelsea y Liverpool), tres de ellos como primeros de grupo y el cuarto (los 'reds') segundos con 15 puntos, los mismos que el Nápoles. 

Incluso Portugal (Benfica y Oporto a octavos, el Sporting a la Europa League) ha demostrado que en Europa se juega hoy a otra cosa. Una 'cosa' que tiene mucho más ritmo del que aplicamos en España a nuestros partidos. Una 'cosa' más vertical, descarada, divertida, física y veloz. Quizás en España nos quedamos obnubilados mirándonos el ombligo como padres putativos del 'tiqui-taca', olvidando que no se trataba de sobar la pelota, sino de usarla mejor que el rival. Y hoy nuestros convecinos tienen mucho más claro que nosotros cómo se hace. 

El solitario español, el solitario francés (un PSG que se convierte en el 'coco' del sorteo del lunes por el milagro del Benfica en Israel) y el solitario belga (el Brujas, que entra en octavos por la inacción del Atlético) completan el cuadro.

Lo mejor

48 partidos después, es fácil apuntar al Bayern de Múnich y su pleno de victorias en un grupo complejo, al campeón luso y su fútbol vertiginoso difícil de contrarrestar, el descaro del Nápoles, la sociedad Mbappé-Messi, la fiabilidad del Real Madrid, el regreso de los dos 'torpedos' de Milán a la segunda fase 11 años después, la suficiencia (cuatro jornadas) del City de Haaland, la emoción hasta el último instante del Grupo D y la constancia de Mohamed Salah en la élite (máximo realizador con siete tantos). 

Lo peor

El Atlético y su completa eliminación encabeza la nómina, aunque no están muy lejos dos 'condenados' a Europa League como Barça y Juventus -ambos en grupos bastante más complicados que el del 'Atleti'-; el rendimiento del fútbol escocés, la defensa del Viktoria Plzen (máximo goleado con 24 tantos, una media de cuatro por partido), la poca fiabilidad del Sevilla y algunas decisiones del VAR (con la mano de Dumfries ante el Barça a la cabeza) inexplicables.