La Universidad de la Policía funcionará el próximo curso

P.R.
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El ministro Grande-Marlaska presidió la jura de cargos de la 32 promoción de la Ejecutiva, primer acto de este tipo que reúne a toda la promoción en dos años

Grande-Marlaska pasa revista a la formación de los nuevos inspectores - Foto: Isabel García

El  ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha presidido en Ávila la jura de cargos de la XXXIII promoción de la Escala Básica, en un acto que volvió a celebrarse en la Escuela Nacional de Policía, la primera que acoge desde la pandemia a toda una promoción y a las familias de los integrantes de estas. El ministro del Interior estaba acompañado por el director general de la Policía, Francisco Pardo y por el director adjunto operativo, José Ángel González. Entre las autoridades abulenses se encontraba el alcalde de la ciudad, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, además del subdelegado del Gobierno, Fernando Galeano, el secretario general de la delegación territorial y delegado territorial en funciones, José Luis Valverde. También se encontraba presente la directora de la Agencia de Protección Civil, Irene Cortés.

La XXXIII Promoción está integrada por 288 nuevos inspectores 240 hombres y 48 mujeres; de ellos, un total de 88 proceden de promoción interna y 100 de acceso libre y de estos últimos el 30 por ciento son mujeres. «La mujer se va incorporando a la Policía Nacional y creo que todavía tenemos que promoverlo aún más. Es importantísimo llegar a una equiparación, a una igualdad en la Policía Nacional». El  ministro en su intervención se refirió al nuevo centro universitario de la Policía, que tendrá su sede en Ávila, algo que el ministro recalcó hasta en dos ocasiones en su discurso ante los alumnos. Grande-Marlasca señaló que confían que esté en funcionamiento para el próximo curso académico. A la vez que señaló que se trata de uno de los grandes hitos de la Dirección General de la Policía y del propio director general, «que desde el primer momento lo tuvo muy presente y necesario, porque donde no hay formación continuada, realmente no hay un servicio público como tal que pueda hacer frente a los retos del futuro». Recalcó que este centro universitario va a suponer «un antes y un después para la  formación de los hombres y mujeres de la Policía Nacional». También  se refirió el ministro a los cambios que han incorporado a los procesos selectivos:  «Hemos mejorado los procesos selectivos, con la supresión del requisito de estatura mínima. «La medida contribuye a romper unos de los techos de cristal que limitaba el acceso de la mujer al cuerpo en condiciones de igualdad». Resaltó que con este cambio la Policía Nacional se moderniza y equipara a otros cuerpos de policía de nuestro entorno como Francia, Italia, Alemania, Países Bajos o Reino Unido.

Y dirigiéndose a los nuevos inspectoras e inspectoras les dijo:                «Cuando os dirijáis a los nuevos destinos tened siempre presente que vuestra vocación de servicio y vuestro compromiso tiene como fin último la defensa de los derechos y libertades de todos».

La verdad es que llevábamos dos años sin un acto de este tipo que reuniera a toda la promoción, porque el pasado mes de junio la jura de la Escala Básica que se llevó a cabo en la Escuela de Policía congregó únicamente a los alumnos de las comunidades de Madrid y de Ávila. Por ello este acto tenía una especial significación por lo que suponía volver a una normalidad que llevamos buscando desde hace tiempo. A ello se refería el propio director de la Escuela Nacional de Policía, el comisario principal José Luis Tejedor,  en su discurso: «Después de dos años podemos volver a celebrar este acto aquí en la Escuela, donde corresponde». El director del centro pronunció la última lección del curso, aunque sobre este aspecto el propio director incidió que no se trataba de la última lección del curso, sino de unas reflexiones porque, según dijo, un policía debe tener una formación y actualización continua. Es el consejo que dio a los nuevos inspectores, además de hablar también de los nuevos cometidos a los que tendrán que hacer frente al incorporarse a la primera escala de mando del Cuerpo Nacional de Policía. Sobre este aspecto el ministro recordó a los nuevos inspectores los desafíos a los que se enfrentarán, «el crimen organizado, la ciberdelincuencia, la trata de seres humanos, el terrorismo internacional, la protección de los más vulnerables o el mantenimiento de la seguridad ciudadana, entre otros».

Habló también el ministro de la modernización y la mejora de las instalaciones. Se refirió en concreto a la construcción de dos módulos residenciales en la Escuela Nacional de Policía, que permitirá el alojamiento de 432 policías alumnos y que implicará una inversión de 8 millones de euros, «imprescindibles para proporcionarnos las mejores condiciones durante un período tan importante como el de la formación». Y añadió el ministro: «me gusta recordarlo siempre: cuando hablamos de seguridad, no hablamos de gasto, sino de inversión. Y la inversión en seguridad es rentable. Porque sin seguridad nada funciona, ni nuestro sistema de derechos y libertades, ni nuestra convivencia científica».