Tras cuatro días de descanso (uno más que sus compañeros Thibaut Courtois y Vinícius),  Karim Benzema se ejercitó ayer en las instalaciones del Real Madrid con la mente puesta en la final de la Champions que se disputará el próximo 28 de mayo contra el Liverpool, si bien hay un partido mañana, de mero trámite, en la Liga ante el Betis. No obstante, se puede considerar un ensayo general, y ahí el francés se probará a sí mismo y, de paso, tratará de engordar su cifra de goles (27) en la carrera del Pichichi. 

A pesar de las minivacaciones que le había concedido su entrenador, Carlo Ancelotti, el ariete no dejó de 'castigarse' en el gimnasio de su casa. Es consciente de que a su edad, 34 años, debe de cuidarse mucho y no puede descuidar lo más mínimo su forma física.   

En la Ciudad Deportiva de Valdebebas realizó trabajo específico durante la mañana para luego incorporarse al grupo, donde demostró que no ha perdido un ápice de su olfato goleador, algo imprescindible para que el club merengue pueda levantar su decimocuarta 'Orejona'. Yes que, meses atrás, ya lo reconoció el propio entrenador italiano:tienen una dependencia enorme del delantero francés. Aunque eso tampoco debe ser un problema demasiado importante.

No se pudo ver en la sesión matutina a David Alaba, que se incorporó el día anterior tras haber superado sus problemas físicos. Ayer llevó a cabo un plan personalizado pues no se quiere correr con él el más mínimo riesgo y no está muy claro que juegue de inicio ante el Betis mañana. Lo más probable es que disponga de unos minutos para poder 'foguearse' y calibrar si está listo para un encuentro de máxima exigencia como el de París. 

No obstante, también es cierto que el preparador merengue avisó que ante el Betis pondría en liza un once muy parecido al que habrá en la final de la Champions, por lo que quizás el austríaco estaría hasta el descanso. Yeso sin olvidar que Militao ha generado muchas dudas últimamente y la figura de Nacho («el defensa pesimista», según Carlo Ancelotti) se ha agrandado. 

Otro al que se pudo ver entrenando con sus compañeros fue Eden Hazard, que parece recuperado del golpe que sufrió el pasado domingo en Cádiz tras la durísima entrada sobre Carlos Akapo. El belga, que ha sido convocado por su seleccionador, Roberto Martínez, para los encuentros de la Liga de Naciones, no cuenta con opciones para estar ante los 'reds', pero no es descartable.  

Mientras, Gareth Bale y Marcelo siguieron haciendo trabajos físicos al margen de los demás, ya que no están completamente recuperados de sus dolencias. No es probable que salten al césped mañana ante los verdiblancos, aunque podría darse el caso de que el capitán, que se marcha del Real Madrid en junio, saliese de un modo testimonial para despedirse de la que ha sido su afición durante muchos años, y la cual siente devoción por él. 

También por Luka Modric, que está en perfectas condiciones y ayer recibió un trofeo de un periódico nacional. Muy emocionado, confesó que le gustaría seguir «más años» vistiendo del conjunto blanco, en el que le gustaría retirarse, y apuntó que vestir la camiseta merengue es «lo más bonito que a uno le puede pasar».

El croata, de 36 años, llegó al Real Madrid en 2012 y, desde entonces, lleva disputados 434 partidos oficiales con el club de Concha Espina.

«Espero seguir más años y ojalá pueda terminar mi carrera aquí. La gente me demuestra su cariño en cada partido, por todos lados, y es algo increíble. Yo por eso siempre intento dar lo máximo cuando me pongo la camiseta del Real Madrid», aseveró Modric, que renovará en breve por la entidad.