Cruzar España de sur a norte por caminos de tierra, como sólo lo hiciera en su día Don Quijote. Pues en cierta medida, la genial locura del hidalgo cervantino corre por las venas de aquellos que estos días participan en el SpainClassic Raid, un rallie que recala de nuevo en Ávila y que este año lleva a 140 equipos a cruzar el país desde Cádiz a Santander, de océano a océano, en sólo ocho días y por caminos de arena y tierra.
Barro, baches, curvas y naturaleza. Son sólo algunos de los ingredientes con los que se cocina una carrera en la que en esta ocasión participan cinco equipos abulenses.Todos ellos, como el resto de competidores, con vehículos con más de 25 años de historia en sus motores.«Aunque en octubre pasarán a ser 30», explica a Diario de Ávila la condición para ser considerados coches clásicos David Herranz, organizador de la carrera, muy satisfecho con una medida que, dice, agradecen los aficionados a estos automóviles. «Es que hay coches con 25 años que no parecen clásicos», expone.
Pero ése no es el caso, por ejemplo, del Jeep Willy pick up o del BMW homologado por el Campeonato de Mundo de Rallies, que este jueves pudieron verse, al igual que algunos Seat Panda, 'Cuatro latas' 'Dos Caballos', junto al Lienzo Norte, desde donde a partir de las nueve de la mañana fueron saliendo en dirección a la Catedral de Burgo de Osma, final de etapa.
«El aliciente para los participantes pasa por cruzar España entera en un coche clásico: 2.000 kilómetros por caminos de tierra», decía el organizador de la prueba, que hablaba también del buen ambiente que se genera en torno a las etapas y lo bien que se lo pasan conductores y copilotos. «Además, es un reto que podrán contar a sus nietos», sonríe Herranz, que habla también de la fortaleza de unos coches antiguos pero que, con 40 o 50 años de vida siguen circulando por las carreteras abulenses.
A su lado, y dando la salida a los primeros participantes, se encontraba Carlos López, concejal del Ayuntamiento de Ávila, que hablaba de la importante repercusión económica que esta cita tenía en la capital. «Son 140 coches, con dos personas cada uno, que se quedan a dormir en Ávila», apuntaba el edil, que no olvidaba tampoco cómo citas como ésta ayudan a dar a conocer aún más la riqueza patrimonial de la ciudad.