Editorial

Una transformación digital necesaria para empresas de Ávila

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El parque empresarial abulense ha crecido un 3,8 por ciento en el último año, pese a la mella que ha hecho la crisis económica de la covid, y ahora la que se asocia a la guerra de Ucrania. Es una buena señal, a pesar de las muchas incertidumbres que el conflicto del Este europeo extiende sobre la economía global. Hay que aprovechar al máximo las inercias del pasado año y la llegada de los fondos europeos Next Generation, un plan de recuperación histórico que es, a la vez, una oportunidad única para salir más fuertes de la pandemia, transformar nuestra economía y crear oportunidades y empleos.

En esa tarea de reconvertir el modelo productivo la transición digital es una necesidad. España debe generar empleo de alto valor, consolidar el crecimiento económico sostenible, fortalecer la competitividad de las empresas, evolucionar hacia unas Administraciones públicas más eficientes y mejorar el bienestar de los ciudadanos. Precisamente, en las últimas horas, las Cámaras de Comercio de Castilla y León han pisado el acelerador para alentar a las pymes y micropymes, que conforman el 99 por ciento del tejido productivo de la provincia, a que se sumen a dicha transformación digital aprovechando, a través de las propias redes camerales, las ayudas habilitadas por el Gobierno que, de momento, están llegando a las empresas de entre 10 y 49 empleados, el 40 por ciento de las cuales ya ha solicitado el 'bono digital' en nuestra comunidad autónoma. Ávila necesita subirse decididamente a este carro por muchas razones. Fundamentalmente, porque su estructura productiva está demasiado lastrada por los 'viejos usos' de un omnipresente sector servicios; pero también porque el campo y el segmento agropecuario, con su peso tradicional, tienen ante sí idéntico desafío. La economía digital impulsa, por tanto, el crecimiento y el empleo de calidad, pero, además, mejora la productividad y promueve la internacionalización y el crecimiento de la dimensión empresarial, déficits de los que adolece la economía provincial. 

Para ello va a ser importante el desarrollo de un programa nacional de transición, que siga implementando ayudas, simplificando a la vez las intrincadas mallas burocráticas. La puesta en marcha de un plan de incentivos fiscales es también otro de los pilares para afrontar este reto con garantías. Así mismo, es importante ir extendiendo la factura y los pagos electrónicos entre las empresas abulenses y la pervivencia de un marco normativo que garantice el mismo nivel de protección de derechos a los ciudadanos en sus actividades tanto digitales como en las tradicionales.

En los próximos meses se irán generalizando las citadas ayudas a las empresas entre tres y nueve empleados, y es en esta 'bolsa' donde irán entrando muchos de los negocios abulenses. Esta transformación va a ser relevante también para mejorar las posibilidades de un medio rural gravemente herido, propiciando la tan traída y llevada descentralización y el subsiguiente apoyo al mantenimiento de la población.